Vladímir Putin y Donald Trump han llegado a varios acuerdos relacionados con Ucrania, pero no han acordado la paz en la región. La Casa Blanca y el Kremlin informan que los presidentes de estas dos potencias han establecido un intercambio de prisioneros de guerra con Ucrania, así como un alto el fuego en las infraestructuras energéticas por un período de 30 días. Cada país intercambiará 175 prisioneros de guerra; además, Rusia se compromete a entregar a Kyiv a 23 soldados ucranianos que se encuentran gravemente heridos.
La llamada ha sido calificada por el Kremlin como un "intercambio de opiniones detallado y franco" en relación con Ucrania, subrayando que la solución al conflicto debe ser "integral, sostenible y a largo plazo".
La posibilidad de un alto el fuego total en Ucrania puede ser descartada, aunque se vislumbra un primer paso hacia la tan deseada paz en el país. El Kremlin ha detallado que "la condición clave para prevenir la escalada del conflicto y avanzar hacia su resolución por medios políticos y diplomáticos debe ser el cese total de la asistencia militar extranjera y el suministro de información de inteligencia a Kyiv".
La Casa Blanca ha enfatizado que el primer acuerdo debe culminar en "una paz duradera" para Ucrania. Según detalla la Casa Blanca, "los líderes acordaron que el camino hacia la paz comenzará con un alto el fuego energético y de infraestructura, así como con negociaciones técnicas sobre la implementación de un alto el fuego marítimo en el Mar Negro, un alto el fuego total y una paz permanente".
De manera similar, se iniciarán negociaciones técnicas entre ambos países para implementar un alto el fuego marítimo en el Mar Negro, así como un alto el fuego total y una paz duradera, que comenzarán "de inmediato" en Oriente Medio.
Uno de los aspectos más destacados de este acuerdo es el que ha sido expuesto por el Kremlin, donde se afirma que el presidente de Estados Unidos respalda la propuesta de Putin de organizar partidos de hockey sobre hielo entre las selecciones nacionales de ambos países. Esta iniciativa se presenta como una especie de revancha del 'Milagro sobre hielo' de 1980, en el cual Estados Unidos logró vencer a los soviéticos durante los Juegos Olímpicos de Invierno de ese año.