Ni la pandemia está controlada ni que yo sepa se han hecho pruebas masivas lo que significa, que el riesgo de contagio ante posibles imprudencias ahí sigue. Vamos, que nos tenemos que ir reincorporando a la vida normal, según nos vayan dejando, pero con cero garantías. Dejamos la responsabilidad a los padres y a las comunidades de vecinos cuando supuestamente el mando único lo tiene el gobierno y si todo va a ser así, que lo digan ya para no perder el tiempo. El mando implica tomar decisiones y eso implica riesgo. Lo de sacar balones fuera no lo veo yo compatible con este “supuesto” mando único del estado de alarma, que cada vez que algo se complica, echa mano de las autonomías.

Afortunadamente muchas comunidades están mejor que las de Madrid o Cataluña y podrán volver antes a la normalidad y tiene su lógica, como lo harán esos pueblos de la España vaciada que no han tenido ningún caso. Curiosamente países con un índice de confinamiento mucho menor han tenido menos víctimas y tienen una vida más normal. A mí que me lo expliquen….

Y ya decía Jesús “dejad que los niños se acerquen a mí”. Pero hoy va a ser que no, al menos en las iglesias españolas. Muchos padres e hijos saldrán con miedo y por supuesto a distancia, otros lo harán en las horas centrales del día aprovechando la buena temperatura, los habrá que no se atrevan y, mientras tanto, los que nos quedemos en casa, observaremos desde los balcones una situación, cuando menos curiosa. Porque sigo reivindicando esa hora para todos, especialmente para la generación “sándwich” los que tenemos padres e hijos de más de 14 años, los que sólo podemos salir en las llamadas situaciones excepcionales (supermercados, farmacia, banco, estanco).

Y hoy es domingo, día de culto para los cristianos, pero seguiremos con las misas on line y los entierros con un máximo de tres personas mientras la ministra de Exteriores felicita el Ramadán. Desde el máximo respeto a ideologías y creencias… en un país de mayoría católica ¿no se debería haber felicitado la Pascua y no podría aumentar la asistencia a entierros de tres a quince personas como en Bélgica? ¿Por qué en Sálvame hay cinco o seis comentando en plató más cámaras, realizador…? Medidas muy a la “medida” de la improvisación e intereses personales de quien las dicta…

Pienso que si los niños ya pueden coincidir a dos metros de distancia en la calle, también las personas podrían despedir a sus familiares respetando esas mismas normas. Esperamos que, tal y como han dicho los expertos, los adultos desinfecten bicicletas, balones y patines y… ¿no confiamos en varios adultos con guantes y mascarillas para dar un último adiós?

Y es que no acabo de ver un punto de coherencia en esta llamada “desescalada”. Espero, que al menos, los niños disfruten sus paseos sin suponer un estrés añadido a sus padres y que todo sea para bien porque ya la suerte está echada.