La Comisión Europea confirma lo que hasta hoy eran especulaciones. El daño puede hacer en España la 'Xylella fastidiosa', una bacteria conocida como 'ébola del olivo' por sus efectos devastadores es ya una realidad.
La Comisión Europea confirma: "estamos perdiendo la batalla a pasos de gigante". Así al menos se ha podido comprobar en Baleares, primer punto de entrada de la plaga en nuestro país, donde esta bacteria está oficialmente fuera de control. En Mallorca hay ya cerca de 160 focos confirmados, y ello obligaría a arrasar todas las plantaciones de olivar de la isla para cumplir el protocolo de erradicación.
En Alicante, el punto de entrada de la bacteria a la Península, hay en estos dos focos, auanque Asaja asegura haber visualizado al menos 30 focos potenciales.Si finalmente se confirman habría que arrasar parte de la Marina Baixa para cumplir con la normativa europea. Pero agricultores y ayuntamientos no están por la labor, muchos pueblos viven del olivo, algunos ya han alzado la voz dispuestos a dar la batalla contra el mandato comunitario.
Hace unos días,un equipo de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA), auditó la situación en Baleares y publicó las primeras conclusiones. La primera es que "la cantidad de plantas portadoras se está incrementando", alcanzando ya viñedos además de almendros, olivos, acebuches y otra docena de especies. La segunda es que el Gobierno balear no fue lo suficientemente diligente al contener la epidemia en sus primeros momentos. La cuestión es qué hacer ahora. El protocolo de la UE obliga a erradicar toda la vida vegetal en un radio de 100 metros a la redonda de una planta infectada por 'Xylella'. El problema es que son tantos los focos que habría que arrasar literalmente Mallorca para ir cumpliendo con la normativa. "Si cumplimos lo que nos pide Europa, sería empezar a talar desde una punta de la isla y terminar en la otra. Desconozco si erradicar toda la vida vegetal es la solución, pero estoy seguro de que, en Mallorca y eso "es imposible de aplicar", según declaraciones de Gonzalo Rodríguez, gerente de la cooperativa Camp Mallorquí, que agrupa a más de un millar de productores agrícolas de Baleares, muchos de ellos con almendros y olivos en sus fincas.
Lo peor es que hay más de 300 agentes transmisores de la enfermedad, la mayoría insectos como mosquitos o cigarras, y para colmo no se conoce la cura que se puede aplicar." En cuanto el árbol se infecta, la bacteria tapona sus vasos e impide la circulación de savia bruta, asfixiándolo lentamente" aclara un experto. " Sus primeros síntomas son hojas marchitas. El resultado final: ramas secas y la muerte del árbol."
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