Juana Rivas dice en una carta "que esconderse es la única forma que tiene para proteger a sus hijos, sus joyas más preciadas, de la auténtica pesadilla de terror"
La carta fechada el pasado lunes ha sido leida en las concentraciones de apoyo, en la que además afirma "que uno de los menores recibió un golpe intentando defenderla de su ex marido" y añade que "Francesco Arcuri, condenado por maltrato en 2009, no es un buen padre y que le escupía en la cara delante de los niños"
La carta se ha leido en las concentraciones simultáneas que se dieron en 14 ciudades españolas en apoyo de esta madre que ha querido agradecer "todo el apoyo" recibido ante el que no tiene "suficientes palabras de agradecimiento, pero sí un corazón que se expande sin límites hacia las personas con humanidad" y se ha hecho cuando hace casi tres semanas, desde el pasado 26 de julio que Juana Rivas desapareció con sus dos hijos menores para evitar entregarlos a su progenitor,condenado en su día por maltrato. Recordemos que sobre Juana pesa una orden de busca y captura por no hacer entrega de los niños
"Paren esta locura" solicitó a los jueces. " Si la ley se hubiera aplicado no estaría en esta situación" dijo refiriéndose a la primera vez en la que acudió a la justicia española para denunciar su la grave situación que vivía en Italia. " Si esta me hubiera escuchado y hubiera enviado la denuncia. " Si lo hubiera hecho inmediatamente como pone la ley, el Convenio de la Haya, la ley no estaría amenazando a sus hijos sino protegiéndolos". "Pero es que ni siquiera se admitió a trámite por error y resulta que la denuncia de malos tratos, que tenía que haber llegado a Italia hace más de un año todavía no ha salido de España", ha recalcado señalando además "que para proteger a su hijo pequeño también pidió su custodia hace más de un año en un juzgado de familia español, ante lo cual, ese juzgado citó a Francesco Arcuri varias veces durante meses, pero él nunca compareció, como tampoco nunca vino a ver a sus hijos ni aportó nada para mantenerlos", ha incidido. "Desde que vine a España, siempre, por el bien de mis hijos, he estado dispuesta a llegar a un acuerdo pero siempre su respuesta fue que por encima de todo yo tenía que volver a Italia".
"Siempre he intentado que mis hijos tuvieran buena relación con su padre y nunca les hablé mal de él. Hasta su mismo padre dice que siempre pudo hablar con ellos cuando quiso y, si ahora no hablan con él, no fue porque yo se lo negara, sino porque mi hijo de 11 años, a partir de diciembre, le dijo que no quería hablar con él porque no podía entender que su padre nos hicía sufrir tanto", ha añadido.
Arcuri, según ha relatado su ex pareja, "no venía" a las citaciones "ni contestaba" a las llamadas de la abogada de Rivas y "a los meses de pesadilla intentando formalizar la custodia del pequeño", su respuesta fue presentar una demanda internacional como "si se hubieran raptado los niños". "Con su denuncia empieza nuestro calvario".
"Cuando me preguntaron por qué no denuncié los malos tratos en Italia, yo les digo que cualquiera con mi historia, viviendo en una casa aislada en el campo a ocho kilómetros del único pueblo, en una isla pequeña, en un país que no es el mío, sin ningún familiar, trabajando con mi maltratador, viviendo en casa de mi maltratador, que controla todas mis entradas y salidas, con vecinos que me dicen que los trapos sucios se lavan en casa, no comenzaría una lucha legal sin apoyo ni recurso alguno", ha justificado aclarando también que "cada situación violenta que desencadenaba este hombre era de puertas para dentro, pero nunca se privaba de que los niños no estuviesen delante", incluso su hijo "recibió algún golpe" intentando defenderla. "Mi hijo seguía a su padre cuando éste me encerraba para ver donde escondía las llaves tanto de casa como del coche, y él, pobrecito mío, en muchas ocasiones me las traía y decía que escapara". "Un día Francesco dejó a nuestro hijo mayor encerrado fuera de la casa, en el campo sin luz y con mucho frío durante llas dos horas que yo bajé al pueblo, algo que hacía para hacerme daño a mí y para que no saliera".
"No es un buen padre, sino que es un hombre que decía los peores insultos e incluso que me "escupía en la cara delante de los niños". "Son infinitas las veces que en mi mente se reproducen las imágenes de mis hijos aterrorizados abrazándome en llantos inconsolables, no comprendían que pasaba y sentían mucho miedo".
Juana Rivas que dedica esta carta a la juez de Primera Instancia del Juzgado número 3 de Granada, le solicita que "por favor si en su mano aún queda algo en lo que nos pueda ayudar, que lo haga" y que encamine este proceso "hacia la cordura y la coherencia pues sus hijos están en peligro si se deja caminar esta injusticia que nos está martirizando".
ULTIMA HORA.Todas las esperanzas de Juana Rivas estaban depositadas en el Tribunal Constitucional, ante el que formuló la pasada semana un recurso de amparo. Tras agotar la vía judicial ordinaria, después de que la Audiencia de Granada desestimara su petición de nulidad, era el TC quien dirimiría si la sentencia por la que Rivas debe entregar a sus hijos debe ser suspendida de forma cautelar. Hoy se han reunido los magistrados y aunque el caso de la madre de Maracena no está en el orden del día finalmente lo han incluido rechazando el recurso por presentarse según hemos sabido, fuera de plazo.
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