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El Cornavirus llega a Europa cuando China y EEUU anuncian haber desarrollado las primeras vacunas y desde Cuba el periódico Gramma pone el foco en el gobierno de Trump

El Cornavirus llega a Europa cuando China y EEUU anuncian haber desarrollado las primeras vacunas y desde Cuba el periódico Gramma pone el foco en el gobierno de Trump
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martes 25 de febrero de 2020, 11:41h
El Cornavirus llega a Europa cuando China y EEUU anuncian haber desarrollado las primeras vacunas y desde Cuba el periódico Gramma pone el foco en el gobierno de Trump

China confirma 2.663 muertes por el COVID-19 y 77.658 contagiados, italia son 230 las personas infectadas , 7 muertos y más de 50.000 las personas que están en cuarentena en las cinco poblaciones en las que las autoridades han cerrado las entradas y salidas. En España se ha confirmado el tercer caso y hay millar de turistas están aislados en el hotel Costa Adeje Palace después de que un ciudadano italiano que se alojó en él haya dado positivo

El Cornavirus llega a Europa cuando China y EEUU anuncian haber desarrollado las primeras vacunas y desde Cuba el periódico Gramma pone el foco en el gobierno de Trump
El Cornavirus llega a Europa cuando China y EEUU anuncian haber desarrollado las primeras vacunas y desde Cuba el periódico Gramma pone el foco en el gobierno de Trump

El paciente que ha dado positivo en España es un ciudadano italiano, que al parecer procede de Lombardía, región de Italia en la que se ha producido un brote de coronavirus en los últimos días y que ha sido aislado, activandose de inmediato el protocolo. El paciente infectado será trasladado a Madrid, donde será sometido a un segundo análisis en el Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III.

El anuncio a tracés de Twitter del presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres decía: "En la tarde/noche de hoy se ha activado protocolo por supuesto coronavirus de ciudadano italiano en el sur de Tenerife. Realizadas las primeras pruebas en Canarias, el resultado es positivo."

Tanto la Organización Mundial de la Salud como el Ministerio de Sanidad han difundido una serie de recomendaciones para evitar el contagio:

Realizar una higiene de manos frecuente (lavado con agua y jabón o soluciones alcohólicas), especialmente después de contacto directo con personas enfermas o su entorno.

Evitar el contacto estrecho con personas que muestren signos de afección respiratoria, como tos o estornudos.

Mantener una distancia de un metro aproximadamente con las personas con síntomas de infección respiratoria aguda.

Cubrirse la boca y la nariz con pañuelos desechables o con una tela al toser o estornudar y lavarse las manos.

Mientras el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró este lunes que estaba profundamente preocupado por el imprevisto aumento de los casos en Italia, Irán y Corea del Sur, los países donde más pacientes de Covid-19 se están registrando después de China, tanto la potencia asiática como Estados Unidos anuncian haber desarrollado vacunas contra el coronavirus. Los ensayos clínicos comenzarían en abril pero los resultados no estarían disponibles hasta el verano.

En la Universidad de Tianjin, en China, se ha desarrollado "con éxito" una vacuna oral para proteger contra el COVID-19, según publica el Global Times. El equipo del doctor Huang ha producido muestras de la vacuna oral en forma de cápsulas, tabletas y sobres granulados. La vacuna podría estimular la inmunización de la mucosa para prevenir la infección.

Por otro lado la farmacéutica estadounidense Moderna Inc. ha enviado el primer lote de su vacuna experimental contra el COVID-19 a investigadores del Gobierno de Estados Unidos, quienes lanzarán las primeras pruebas en humanos para analizar si podría ayudar a suprimir la epidemia originada en China, según informó la firma en un comunicado.

Los resultados iniciales podrían estar disponibles en julio o agosto.

Y mientras esto sucede hay quien se sigue preguntando de dónde a sugido el brote o quién ha provocado esta epidemía mortal. Así el diario Cubano Gramma pregunta en su portada: Coronavirus, ¿otra acción de terrorismo biológico? y añade:¿No es muy sospechoso que haya aparecido el coronavirus en China y que Washington lo haya introducido para debilitar a lo que muchos ya consideran la primera potencia económica mundial, por encima del hasta ahora imperio del mal liderado por Trump?.

Gramma se hace eco de un artículo publicado en su blog por el periodista español Patricio Montesinos quién maneja la teoría de que el coronavirus pueda ser un germen creado en laboratorios de Estados Unidos, como arma bacteriológica de la guerra comercial desatada por Washington contra China , alimentando la hipótesis de que la administración del presidente Donald Trump pudiera ser la responsable de la epidemia.

Da pie a esta hipótesis lo manifestado el 31 de enero por el Secretario de Comercio Wilbur Ross cuando dijo: El brote de coronavirus que ha contagiado a miles de personas podría impulsar la economía estadounidense. Esto ayudará a acelerar el regreso de empleos a Norteamérica".

Pero para afianzar esta hipótesis Gramma echa la vista atrás y recuerda que no sería la primera vez que EEUU hace algo así y recuerda que pocas naciones como Cuba han sufrido tan variadas formas de ataques biológicos .

Una de los primeros ensayos se llevó acabo contra Fidel Castro a comienzos de la Revolución, cuando la Agencia Central de Inteligencia diseñó un plan para contaminar un traje de buceo que supuestamente sería utilizado por el líder cubano. Dicho traje fue infectado con bacilos de la tuberculosis. La CIA utilizó a James Donovan, un abogado que negociaba con el Gobierno cubano la liberación de los mercenarios capturados en la invasión de Playa Girón, para hacerle llegar a través de él al Jefe de la Revolución el referido traje.

El macabro regalo no fue entregado por Donovan a su anfitrión y las versiones llegadas hasta nuestros días sugieren que este rehusó evitar involucrarse.

Tampoco faltaron los intentos por inocular microorganismos en tabacos que fumaría Fidel, a fin de propiciar la caída de su emblemática barba.

Luego del fracaso de la invasión por Playa Girón, en 1962 la CIA, con el beneplácito del Gobierno estadounidense, puso en ejecución la llamada Operación Mangosta, que incluía entre sus acciones el uso de agentes biológicos y químicos capaces de destruir las cosechas cubanas e incapacitar a los trabajadores agrícolas.

Estados Unidos utilizó la guerra bacteriológica en Cuba durante la administración de Richard Nixon (1969-1974). Muestra de ello fue el súbito surgimiento y rápida propagación en 1971 de la primera epidemia de fiebre porcina africana, cuyo control y erradicación conllevó a la eliminación de más de medio millón de cerdos. La fiebre porcina africana reapareció nuevamente en Cuba en el año 1979. En esa ocasión pudo conocerse que la reinfección tuvo su origen en los alrededores del poblado de Caimanera, muy cerca de la Base Naval, que ocupa el territorio donde se encuentra Guantánamo.

Otro dato que pudiera dar credibilidad a lo dicho por Montesinos es que el 7 de enero de 1977 un cable de la agencia norteamericana UPI, fechado en Washington, informó que una fuente no identificada de la CIA reveló haber recibido a principios de 1971 un recipiente que contenía virus, en Fuerte Guglick, base del ejército estadounidense en la zona del Canal de Panamá. El mismo sería trasladado en un pesquero a agentes encargados de operar clandestinamente en Cuba.

Otras acciones de guerra bacteriológica sufridas por los cubanos cubano entre los 70 y los 90 fueron la introducción deliberada del Moho Azul del tabaco (1971), que afectó severamente la producción de tan importante renglón exportable, la Roya de la Caña (1978), cuyo devastador efecto obligó a desmantelar la casi totalidad de los campos sembrados con la variedad de caña Barbados 4326, la dolorosa epidemia de dengue hemorrágico (1981), causante de 158 fallecidos, de ellos 101 niños, y la plaga de insectos Thrips palmer que asoló diversos cultivos.

Durante el juicio realizado en la ciudad de Nueva York en 1984 al agente de la CIA de origen cubano Eduardo Arocena, declaró que la misión del grupo bajo su mando tenía la misión de obtener ciertos gérmenes patógenos e introducirlos en Cuba.

La confesión consta en el acta asentada en la página 2189, expediente 2-fbi-ny 185-1009, pero el fiscal del proceso jamás ordenó investigarla.

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