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Tras el poder de la ayahuasca se esconden numerosos abusos sexuales

Tras el poder de la ayahuasca se esconden numerosos abusos sexuales
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sábado 18 de enero de 2020, 11:34h
Tras el poder de la ayahuasca se esconden numerosos abusos sexuales
La ayahuasca es una planta medicinal muy utilizada por los pueblos amazónicos. Dicen que aporta iluminación espiritual y que puede ayudar a combatir la adicción, la depresión o el trauma. Pero varias acusaciones sugieren que este entorno tiene un lado oscuro
Tras el poder de la ayahuasca se esconden numerosos abusos sexuales

Rebekah probó por primera vez la ayahuasca "por puro capricho", viajando por Perú en 2015.

"Me pareció que sonaba interesante y pensé en probarla", dice Rebekah, una veinteañera de Nueva Zelanda que pidió a la BBC ocultar su nombre real para este reportaje.

"Encontré un retiro que me pareció que era bueno. Fui allá y fue increíble".

La ayahuasca puede inducir visiones de cosas como serpientes, palacios y alienígenas, y hacer reaparecer recuerdos olvidados con el paso del tiempo. Como muchos que han probado el brebaje, Rebekah cuenta la experiencia con la mirada distante y los ojos muy abiertos.

"Fue como ser guiada con mucha suavidad y amabilidad a través de experiencias muy terribles de mi pasado", dice. "Y al volver a casa después de eso, sentí que mis relaciones eran mucho más fuertes. Sentí que era mucho más fácil compartir y recibir amor".

"Dicen que la ayahuasca es como hacer 20 años de psicoterapia. Y creo totalmente en eso".

La ayahuasca suele tomarse en ceremonias durante la noche, que son lideradas por un curandero, a veces llamado chamán. Él (o ella) bebe el líquido marrón viscoso, una pócima que resulta de la mezcla de dos plantas amazónicas, y después reparte raciones entre los participantes.

Las tribus de la Amazonía llevan haciéndolo por siglos, pero ahora hay un boom en el llamado "turismo de ayahuasca", con nuevos retiros cada vez más especializados.

Los turistas a menudo viajan en busca de ayuda para tratar problemas mentales, pues cada vez más estudios científicos sugieren que la ayahuasca podría ser un tratamiento efectivo.

A la media hora de la ceremonia, la medicina comienza a hacer efecto y el chamán empieza a entonar cánticos sagrados, conocidos como ícaros, que guían a los participantes a través de sus visiones.

Por lo general, los bebedores de ayahuasca sufren una "purga" durante la ceremonia, con vómitos y, a veces, diarrea.

Cuando Rebekah fue a su primer retiro de ayahuasca, era la única mujer soltera y se percató de que el chamán le prestaba especial atención.

"Me trataba de manera muy diferente, lo cual no encontré sospechoso en ese momento. Pero ahora sí me lo parece".

Un año más tarde, Rebekah volvió al mimo retiro en Perú. El mismo chamán seguía liderando las ceremonias.

De nuevo, dice ella, la trató de manera distinta al resto. Le hacía muchos halagos y un día empezó a hacerle confidencias.

"Me decía constantemente que él había tenido muchos problemas", cuenta ella, "y que estaba teniendo problemas con su mujer, que ya no se sentía sexualmente satisfecho y que yo era la única que podía curarle".

Rebekah tenía entonces 20 años; el curandero, más de 50.

"También me prometió mucho progreso y poder espiritual si teníamos una relación mientras su esposa no estaba".

Rebekah dice que el chamán abusó sexualmente de ella, obligándola a realizar actos sexuales.

"Es repugnante", dice ella. "Como él era un chamán, pensé que tenía superioridad moral. Confiaba en él".

Tras sufrir los abusos, Rebekah se fue del retiro y del país: "Compré un billete de avión y me largué de allá".

Se quedó con un laberinto de emociones dolorosas: "Aversión, repulsión, traición... y también confusión, y la pregunta de por qué un guía espiritual haría tal cosa, por qué se aprovecharía de su poder de aquella forma".El presunto abusador de Rebekah sigue siendo el chamán que lidera este retiro.

Las experiencias de abuso sexual parecen haberse extendido en este mundo de la ayahuasca. Hemos escuchado numerosas acusaciones contra curanderos y leído muchos testimonios sobre abuso sexual en foros de internet.

Un nombre que se repite constantemente es el de Guillermo Arévalo, un conocido curandero que fue homenajeado por el Congreso de Perú por su trabajo sobre el desarrollo sostenible.

"Vino muchas veces a Canadá", dice sobre él una mujer de unos 40 años a quien llamaremos Anna.

"Las grandes ceremonias eran muy lucrativas. Se llenaban rápido. La gente pagaba US$230 para venir y sentarse con Guillermo. Era una especie de estatus, un honor, sentarse en una ceremonia con él".

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