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Accionistas del banco Popular han solicitado al Tribunal de la UE que anule la compra por parte del Santander.

Accionistas del banco Popular han solicitado al Tribunal de la UE que anule la compra por parte del Santander.

sábado 12 de agosto de 2017, 14:03h
Miles de demandas se acumulan en los juzgados.

Cuando queda poco para que se cumpla el plazo de dos meses fijado desde la resolución que permitiera al Santander hacerse con el Popular, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea con sede en Luxemburgo ha recibido una avalancha de recursos de los afectados que a fecha de hoy lo han perdido todo.

Expertos consultados dicen que no hay demasiadas esperanzas de que dichos recursos prosperen, ya que es difícil que un organismo de la UE condene al Banco Central Europeo por la decisión adoptada el 7 de junio y menos aún que tumbe el procedimiento de resolución de bancos quebrados en la primera ocasión en que se utiliza.

Sin embargo los demandantes se muestran confiados y creen que hay argumentos de peso para que esto suceda.

Entre los grandes accionistas del Banco Popular estaban la familia mexicana Del Valle, las mutualidades de abogados y arquitectos, la sindicatura que conforman familias influyentes del Opus Dei así como numerosos accionistas minoritarios agrupados por bufetes de abogados y asociaciones de consumidores. La extrategia de defensa en todos, grandes y pequeños parece ser la misma, la mayoría de los bufetes parece ser que se han puesto de acuerdo siguiendo estrategias muy parecidas, aunque algunos se han mostrado más guerrilleros que otros. Así unos cuantifican el perjuicio sufrido en relación a la valoración del banco, mientras ortros fijan el valor de las acciones en 1,85 euros.

La falta de legitimidad del BCE parece ser el argumento de mayor peso para los defensores de la ilegalidad del proceso que solicitan la anulación de la compra. Así enttienden que aunque el BCE tuvo gran cuidado "en acomodar todos sus pasos a la legislación para que no pudiera ser atacado en los tribunales, el proceso vulneró derechos fundamentales de los accionistas a los que ni se informó ni se les dio una compensación adecuada.

Sin enbargo el BCE argumenta que el Popular tuvo que venderse porque la situación del banco era inviable cuando tras una inspección detectaron insuficiencias de provisiones y de capital.A ello hay que añadir que el Santander ante algo esperado se ha curado en salud o al menos lo ha intentado inyectando 7.900 millones de euros para tapar su agujero y así argumentar que no compró el banco por un euro.

Así las cosas, mientras algunos abogados argumentan que existían otras alternativas menos gravosas para los accionistas que la resolución, desde el BCE se defiende diciendo que no había ningún banco interesado en hacerse con el Popular porque el valor del banco estaba en negativo. Esto es algo con lo que los accionistas no están de acuerdo asegurando que el banco era solvente a pesar de los problemas de liquidezy por tanto si era solvente, no había necesidad de resolverlo ya que dichos problemas de liquidez se podrían haber solventado con inyecciones del BCE.

la defensa de los accionistas creen que se trató de un plan premeditado y recuerdan que la fuga de recursos se aceleró después de que la presidenta de la JUR, Elke König, reconociera que estaba vigilando de cerca al Popular. Si se trató de una imprudencia o no, está por ver, aunque puede servir de base a las reclamaciones al haber provocado este organismo el pánico entre los clientes, muchos de los cuales retiraron sus depósitios .

Pero si algo hace sospechar a los abogados de las defensas es la opacidad de la JUR y del FROB, que se han negado a facilitarles el informe de Deloitte, un informe clave que sirvió de base para la intervención del Popular y del que solo se ha publicado una versión censurada de la decisión de resolver el banco. Esto, a juicio de la defensa supone una vulneración de la tutela judicial efectiva, que implica que el interesado pueda conocer los motivos de la resolución que por el momento sigue siendo secreta.

Aclarado ésto, ahora la pelota está en manos del Tribunal de la UE. Que declare nula la resolución y venta del banco, está por ver aunque si lo hace la acción será ya irreversible, después de que el Santander, aprovechando el periodo vacacional del tribunal y tomándoles la delantera halla vendido el inmobilizado procedente del ladrillo del Popular por 5.100 millones de euros, un valor muy inferior al del precio actual de mercado, precisamente para conseguir que una decisión contraria a sus intereses por parte del tribunal europeo pudiera echar al traste la operación de compra.

Así las cosas, los accionistas tendrán que solicitar una compensación económica por las pérdidas sufridas, pero no podrán hacerse con la titularidad de su banco.

Sin embargo lo malo para algo es bueno, especialmente para los abogados. El Popular se ha convertido para ellos en el maná. Es estos momentos las demandas se acumulan por miles en los juzgados, utilizandose todas las vías aparte de la europea, así se ha presentado un recurso contencioso administrativo contra el FROB en la Audiencia Nacional, procedimientos por vía penal en este mismo órgano y multitud de demandas civiles basadas en la falsedad de las cuentas del banco.

Mientras tanto el Santander queriendo evitar los procesos judiciales ha ofrecido devolver extrajudicialmente la inversión hasta 100.000 euros, aunque dicha oferta no ha calado en los accionistas que la consideran un timo y una manera de ganar tiempo.

Ahora será el mismo estamento que pusocontra las cuerdas a la banca española con las clausulas suelo el encargado de decidir la suerte de los accionistas del Popular.

Pero si piensan que el Santander de Ana Botín se ha quedado de brazos cruzados se equivocan. Una de las tomas de decisiones ha sid la retirada de los poderes a Carlos Figuero, el veterano gestor Opus Dei. Por otro lado Pedro Pasquín, primer directivo de Lazard, se ha visto obligado a dimitir de otra de las filiales vinculadas al Opus y al banco después de que las empresas y fundaciones próximas al Opus Dei, hayan empezado a tomar medidas contra los administradores que gestionaban su patrimonio, más si cabe cuando muchos de estos directivos eran accionistas del Popular. Una de estas empresas es Viviendas y Oficinas, dueña de importantes activos inmobiliariosy de la propia sede de la entidad financiera, que le ha quitado los poderes a Carlos Figuero García, exconsejero del grupo bancario y gerente del Patronato de Torreciudad, este activo no es otro que el templo levantado por Josemaría Escrivá de Balaguer en Huesca, lugar de culto de los miembros de la Obra de Dios.¿Cabe decir entonces que gran parte del Opus Dei es hoy del Santander? Si no es así, bien es cierto que una parte importante está en sus manos despues de que Figuero también haya dejado de ser apoderado de la Sociedad General Financiera y Fiduciaria SA

Recordemos que la empresa SGFF agrupaba los intereses de los empleados del Banco Popular y que además formaba parte de la Sindicatura de Accionistas, que entre ottras cosas tenía el 10% del Popular.

Figuero que cuenta 83 años, de edad ha sido según algunos un pésimo gestor, algo que no le perdonan más si cabe por el papel jugado en la lucha de poder entre Angel Ron y el mexicanp Antonio del Valle.

Ángel Ron, expresidente del Banco Popular dirige una organización sin ánimo de lucro llamada Fondo Para Atenciones Sociales, sociedad que también estaría en quiebra por un agujero económico que podría llevarse por delante a esta compañía, accionista a su vez de Rialp, la editorial de los libros de la Obra de Josemaría Escrivá de Balaguer, en cuyo capital se encuentra Instituto de Investigación y Educación. Otra persona importante de esta sociedad y de su fundación pues era consejero, vicepresidente y patrono era Pedro Pasquín Echanove que además obstentaba el cargo de consejero delegado de Lazard, el banco de negocios estadounidense que participó en la búsqueda de un comprador para Banco Popular. Pasquín fue el encargado de negociar una fusión con BBVA estando Angel Ron como presidente, aunque luego más tarde y a petición de Emilio Saracho, se encargó con JP Morgan de buscar ayuda ante los graves problemas de capital y liquidez a los que se enfrentaba el banco.

Así está la situación y así se la hemos contado. El culebrón económico tras el pelotazo del Santanderb no ha hecho nada más que empezar.

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