Sucedió ayer lunes cuando el comandante comenzó a sentirse indispuesto en el vuelo que conectaba las ciudades de Mánchester y Funchal, en la isla portuguesa de Madeira.
Después de comprobar que el piloto no estaba en condiciones para seguir pilotando, ya que llegó a desmayarse sobre su propio asiento, el segundo de a bordo encendió la luz de aviso para pedir ayuda.Luego anunció cuál era la situación y preguntó entre los pasajeros si había algún piloto.
Para sorpresa de todos un hombre en la parte trasera de la aeronave levantó la mano y explicó que era piloto de la propia compañía.
"Ofreció sus servicios a la tripulación y entró en cabina. No volvió al avión cuando aterrizamos" dijo uno de los pasajeros.
Tras el incidente, la tripulación decidió hacer un aterrizaje de emergencia en Oporto, tal y como recoge The Guardian. Una vez allí, el comandante sería sacado en silla de ruedas con una máscara de oxígeno, mientras que el resto de la tripulación fue reemplazada por un nuevo equipo antes de retomar el viaje hasta la isla portuguesa en un segundo avión.
Horas más tarde, la aerolínea aclaraba a través de las redes sociales lo que había sucedido : "El vuelo que conecta las ciudades de Manchester y Funchal se ha desviado a Oporto como medida de precaución debido a que uno de los pilotos se sintió indispuesto. Un avión en espera y una tripulación de reemplazo han sido trasladados a Oporto para que podamos llevar a los clientes a Funchal lo antes posible".
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