Los papeles de Franco prueban que el dictador amasó una fortuna con la corrupción y el expolio: Cuentas secretas al margen del fisco, fincas por todo el país, regalos y prebendas y caprichos megalómanos como la caza de un cachalote. Así era el elevado tren de vida de Franco, muy alejado de la abnegación, la austeridad y el sacrificio por el bien de España con el que suelen presentar al anterior Jefe de Estado los hagiógrafos propagandísticos del régimen. Según se desprende de los papeles secretos del dictador, a los que Equipo de Investigación de La Sexta ha seguido la pista, Franco amasó una auténtica fortuna durante los 40 años de terror. El reportaje emitido anoche con motivo del 20N, fecha de la muerte del Caudillo, demuestra que el ‘Generalísimo’ acumuló una inmensa riqueza cuyo valor exacto solo conocía él mismo.
Los reporteros de La Sexta, al mando de Gloria Serra, han indagado en el patrimonio oculto que el general fue reuniendo supuestamente durante décadas de expolio y corrupción. Los ‘papeles secretos de Franco’ constan de miles de documentos que o bien fueron destruidos o se encuentran en colecciones privadas o incluso a buen recaudo en cajas de seguridad de España y Suiza. Una parte de esa ingente información, crucial según los historiadores para conocer aspectos claves del franquismo, obran en poder de la Fundación Francisco Franco.
El programa revela aspectos inéditos, como que el prestigioso historiador Paul Preston recibió hace años la llamada de un librero de Madrid que le ofreció los papeles a cambio de dinero. En el paquete había cientos de cartas manuscritas cruzadas entre Franco y Hitler entre los años 1940 y 1945. Preston explica que cientos de documentos del dictador supuestamente ocultos en Suiza fueron ofrecidos también a una universidad norteamericana por una fuerte suma.
Sin embargo, curiosamente la mayoría de los papeles que se refieren a las cuentas y al patrimonio del dictador se han perdido para siempre. Tan solo se conservan los extractos correspondientes a las cuentas de cuatro ejercicios fiscales del general. En ellos consta que el tirano llegó a acumular cerca de 34 millones de pesetas −entre 300 y 2.000 millones de euros de hoy, según diferentes estimaciones de los expertos−.
Para Javier Otero, periodista de investigación, uno de los aspectos más importantes que aún están por aclarar es “la corrupción del franquismo, el nivel de rentas que poseía, los bienes de que disfrutó Franco”, como una enorme finca valorada en 3 millones de euros de hoy situada en la localidad de Arroyomolinos y que fue supuestamente adquirida por testaferros del dictador.
Según Otero, Franco cobraba 600.000 pesetas como jefe de Estado, ese era su sueldo oficial, de manera que hubiese necesitado muchos años para poder pagar aquella finca. Si lo consiguió fue gracias al expolio y la corrupción de su régimen. La propiedad de Arroyomolinos pasó finalmente a manos de los herederos de Franco, aunque un tercio del terreno se ha recalificado para construir 5.000 casas y hasta un centro comercial. Los descendientes, como contraprestación, retuvieron una parte de la hacienda y construyeron dos grandes mansiones con piscina y pista deportiva, según Equipo de Investigación.
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