Un año más el CSIF denuncia la mala situación que sufren los bomberos forestalesen cuanto a la precariedad en equipos y plantilla. Aunque a día de hoy no ha habido incendios graves, alertan de que el riesgo comienza en septiembre si las lluvias se retrasan.
El sindicato advierte de los problemas reiterativos que afectan año tras año a los trabajadores forestales, sobretodo en cuanto a los equipos de protección. Las mejoras implantadas por la Junta en cuanto a medios, como las cámaras de vigilancia, no son realmente efectivas y no satisfacen las necesidades que el colectivo lleva reclamando durante años. Destacan la importancia de las labores de prevención desde el invierno, en las que no se ha invertido lo suficiente. El CSIF culpa a la Junta de estas condiciones, afirmando que disponen del presupuesto necesario.
A pesar de que la campaña de este año está siendo tranquila gracias a una meteorología favorable respecto a los incendios, Agustín Argulo, delegado del CSIF y técnico de incendios forestales, advierte del peligro que tendría el retraso de las lluvias que, junto al aumento de la vegetación, podría favorecer la aparición de olas de incendios en septiembre y octubre como ocurrió el año pasado en el noroeste de la provincia.
Otra de las causas de incendios es la despoblación. Al haberse abandonado las prácticas ganaderas y agricultoras los incendios que sucedan en estas zonas son más difíciles de extinguir, según nos dice Argullo.
La plantilla de personal forestal está formada por más de 100 trabajadores en vigilancia y extinción de incendios.
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