La ya considerada como peor tormenta de la última década en Centroeuropa, que ha afectado a Bélgica, Países Bajos y, sobre todo, a Alemania, ha dejado a su paso varias víctimas morales e importantes daños materiales en distintas regiones del viejo continente.
Una tormenta que atravesó países como Bélgica, Países Bajos y Alemania con ráfagas de viento superiores a los 130 kilómetros por hora que ha llegado a superar los 203 kilómetros por hora, superando así la fuerza del temporal Kyrill, que acabó con la vida de 40 muertos hace ya más de 11 años, tal y como asegura el Servicio Alemán de Meteorología (DWD). Un temporal que ha ocasionado importantes destrozos y la suspensión de la circulación de trenes de medio y largo recorrido y aviones en países como Alemania.
Los servicios meteorológicos de los distintos países europeos recomendaron a sus ciudadanos, durante el paso del temporal, que permanecieran en sus casas (en la medida de lo posible), por la caída de árboles o desprendimientos de fachadas. Por otro lado, algunas autopistas tuvieron que permanecer provisionalmente cerradas al tráfico debido a árboles que cayeron sobre la calzada.
A pesar de los avisos, países como Alemania han registrado hasta ocho víctimas mortales debido a desprendimientos de tejados, caídas de árboles o accidentes de tráfico, en los que varios han sido los conductores que han perdido el control de sus vehículos o se han encontrado con obstáculos en la carretera. De hecho, en el estado federal alemán de Renania del Norte-Westfalia, uno de los más castigados por el temporal, los bomberos tuvieron que hacer más de 7.000 salidas para preservar la seguridad de la sociedad en las calles y las carreteras.
Tras el paso del temporal, el Servicio Alemán de Meteorología ha decidido levantar la alerta en el país, el más afectado por 'Friederike'. Mientras tanto, los servicios regionales de emergencias y protección civil trabajan para limpiar todas las calles y carreteras afectadas por el paso de esta tormenta que se ha convertido en la más violenta de la última década. Un temporal, considerado como la peor tormenta de la última década en Centroeuropa, que se debilita de cara a este viernes.
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