Esta reunión se suma a otras más que el hijo mayor de Trump, su yerno Jared Kushner y el entonces jefe de campaña, Paul Manafort, mantuvieron con dicha abogada quien afirmó tener información comprometedora sobre la candidata demócrata.
En su primera declaración, Trump Jr, dijo que el grupo "discutió principalmente sobre un programa de adopción de niños rusos" e insistió en que "no era uno de los temas de campaña". Sin embargo, informaciones de este medio aseguran que fue el presidente quién le dictó la declaración a su hijo en el vuelo que los llevó de regreso a Estados Unidos desde la ciudad alemana de Hamburgo, donde se celebró a principios de julio la cumbre del G-20, quedando posteriormente en entredicho al publicar una serie de correos electrónicos que detallaban cómo se fraguó la reunión, tras prometerle "información delicada y de alto nivel" como "parte del apoyo de Rusia y su gobierno a Trump".
Pero Trump, lejos de entonar el mea culpa defendió a su hijo y arremetió contra lo que ha tildado "cacería de brujas" después de que el ex director del FBI Robert Mueller esté investigando como fiscal especial la conexión rusa independientemente de la investigación que lleva a cabo un comité del Senado.
Ni que decir tiene que el encuentro con la abogada ha avivado el creciente escándalo sobre la presunta conexión del comité de campaña de Trump con Moscú para inclinar a su favor la elección presidencial.
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