Cadáveres por doquier, sangre por todos lados, lamentos y chillidos de dolor en el peor ataque terrorista que ha sufrido Egipto.
Un brutal ataque tiñó ayer de sangre la mezquita sufí de Al Rauda en Bir al Abed, situada en un pueblo de apenas 700 habitantes situado a 80 kilómetros al oeste de Al Arish, la capital del convulso norte del Sinaí.
Este ha sido el atentado terrorista más mortífero de la historia moderna de Egipto en el que han muerto cerca de 300 personas y otras más de cien han resultado heridas, algunas de las cuales están en estado crítico.
El lugar donde se ha cometido el atentado está situado en el Sinaí, en una región fronteriza con la franja de Gaza por la que campan a sus anchas los militantes de la rama local del autodenominado Estado Islámico.
El espectáculo es dantesco, no hay un solo centímetro de la mezquita que haya quedado sin rastro de sangre donde los cuerpos de las víctimas se amontonan tapados sábanas blancas y mantas.
El atentado se ha producido en el tradicional rezo de los viernes al que acuden la mayoría de los habitantes, cuando siete encapuchados armados a los que policía y ejército siguen buscando, irrumpieron en los alrededores de la mezquita donde arrojaron una bomba y luego abrieron fuego contra todas las personas que estaban dentro.
Fueron 15 largos minutos donde la muerte se hizo dueña y donde según relatan los testigos , los terroristas dispararon con armas automáticas de manera indiscriminada contra todos, incluidas las ambulacias que acudían a la localidad de Al Arish para auxiliar a las víctimas.
Cuando finalmente cesó el tiroteo despues de que los terroristas huyeran, decenas de ambulancias con la ayuda de los vecinos usando sus propias sus propias furgonetas trasladaron a heridos y fallecidos a los hospitales cercanos,
Tal es la tragedia que hay familias que han perdido a todos sus seres queridos.
El ataque , es el más terrible llevado a cabo en Egipto en una localidad habitada por miembros de la tribu Abu Greir, seguidores del sufismo, una corriente mística del islam que organizaciones yihadistas como el Estado Islámico, consideran un "acto de apostasía" y una "enfermedad".
Hoy el ejercito ha bombardeado posiciones Yihadistas a los que el gobierno considera culpables de los atentados.
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