El hombre que disparó cinco proyectiles a su expareja en la puerta del colegio tenía un amplio historial de antecedentes por violencia de género, según asegura a la responsable de la Fiscalía.

La victima lo había denunciado hasta en cuatro ocasiones. La primera en 2014, aunque el agresor resultó absuelto. La segunda en 2016 por la que fue condenado y otra en octubre de 2017. La última denuncia fue interpuesta el pasado jueves. Ese mismo día se dictó, como medida cautelar, una orden de alejamiento que le impedía acercarse a la mujer a menos de 300 metros y comunicarse con ella por cualquier medio hasta que hubiera una sentencia firme.

El agresor fue arrestado y puesto a disposición judicial el pasado martes, después de que su expareja denunciara que en los dos días anteriores había intentado comunicar telefónicamente con ella a través de terceras personas. Fue detenido en Elda y puesto a disposición judicial acordándose su libertad, quedando como investigado en un procedimiento abierto.

La fiscal Martin Nájera asegura que el riesgo de la joven había sido calificado como medio en el sistema policial. “Ese intento de ponerse en contacto no podía hacer saltar las alarmas de lo que iba a ocurrir dos días después”, señala la fiscal. Lo que ocurrió es que el hombre, sobre las cinco de la tarde, fue a la puerta del colegio del hijo de la pareja y en presencia de su hijo le disparó varios tiros.

El agresor, que se suicidó, estaba citado hoy mismo en el juzgado para un juicio rápido de amenazas. Además tenía concedido régimen de visitas respecto del hijo de la pareja pactado meses atrás por los progenitores y el juez acordó que las entregas se produjeran a través de una tercera persona. Hoy ya es tarde, él está muerto y la joven, de 28 años, se encuentra luchando por su vida en el hospital mientras los niños están siendo atendidos por psicólogos.