El corte de la luz, una nueva pandemia? por Rogelio Mena

Estas coincidencias con 1984 y el Gran Hermano de George Orwell, a muchos nos traslada a un nuevo drama similar a la pandemia, también nunca sufrido ni vivido por la COVID, y ahora de nuevo perdidos y angustiados, no por enfermedad, sino por carecer de servicios básicos y necesarios como el agua, la luz, el ascensor para salir de casa en especial las personas con movilidad reducida la TV y la radio para estar informados, sin teléfono, ni wassap, ni internet sintiéndonos incomunicados y sin conocer el estado de nuestros familiares, además de no poder hacer de comer por tener todos los electrodomésticos electricos, ni lavar, con el frigorifico descongelandose, y en las calles nada mejor, problemas sin semáforos y en rotondas donde nadie sabe que hacer, sirenas por doquier, empresas y comercios cerrados, familiares en las puertas de los colegios y guarderías preocupados por sus hijos con un corte electrico cercano en Almería a 13 horas que nos hace debiles, donde efectivamente, la percepción de sentirnos vigilados se constata como un echo que nos conduce de ese control y vigilancia a la dependencia, y a un estadio superior con el chantaje a partir de ahora recordandonos lo frágiles y vulnerables que somos en este mundo interconectado, donde el mando, ahora sí que es verdad, lo tienen otros realmente y para tras este aviso debemos prepararnos como País.

También aprovechando la obra de Orwell y lo que describe como Policía del Pensamiento que desde el poder como la ultraderecha pretende apoderarse de la vida y la conciencia de la gente, debemos desde la democracia y el progresismo extraer experiencias sobre como afrontar estos nuevos ataques, pensar el renacionalizar los sectores estrategicos como la energia que privatizó Aznar, diversificar aún más las fuentes de energia para afrontar individual y colectivamente esta devastadora nueva realidad que nos ha golpeado en la cara en forma de corte de luz, junto a dotarnos de un Plan Nacional que por supuesto contará con el rechazo de la derecha y ultraderecha que pretenderá responsabilizar al Presidente, pero ello no debe achantarnos, como tampoco en la lucha contra el negacionismo climático y un urbanismo responsable que eliminé los efectos de las Danas, la defensa de la educación y una sanidad publica y contra el negacionismo de las vacunas que está haciendo que el sarampión casi extinguido aflore con fuerza por la irresponsabilidad de estos nuevos mandatarios que, como el caso de Trump y sus aranceles ha puesto en jaque el comercio internacional además de pretender anexionarse Groenlandia, o el genocidio de Netanyahu en Palestina con más de 50.000 muertes inocentes donde la mayoría de la comunidad internacional mira hacia otro lado, la guerra de Ucrania en Europa, la ola ultra que atenta contra los derechos de las mujeres, persecuciones a los movimientos LGTBI como el ataque al concejal del PSOE de Lorqui, y un largo etc, y que aquí en España ahora culparán al Gobierno con bulos y falsedades, pretendiendoe ocultar los éxitos de políticas progresista de Sanchez y María Jesús, como la reducción del paro y el incremento del empleo, el record histórico en afiliados a la Seguridad Social, la revalorización de las pensiones contributivas con el IPC y el incremento en las no contributivas, las grandes subidas del SMI, mejoras y ampliaciones de derechos de los trabajadores revertiendo aspectos lesivos de la Reforma Laboral del PP, incremento de permisos de maternidad y paternidad, la normalización de Catalunya, afrontar la Pandemia con el mayor apoyo a empresas y trabajadores de la historia y un gran etc. aspectos que debemos mantener e incrementar desde la unidad del progresismo, para como Winston Smith en 1984 convertir a esta España en símbolo para parar a la ultraderecha y por la lucha por la consolidación y ampliación de derechos de la gente.

Y para concluir este análisis/reflexión, y tal y como nos enseñó la pandemia donde vivimos lo vulnerables que somos ante cualquier virus, y entendimos que, debíamos por tanto, a partir de ese momento, vivir el día a día, y parece, que con el corte de energía eléctrica ni siquiera nos quieren dejar vivir y aún menos con calidad, pero en nosotros, los que tenemos la sangre roja y el corazón a la izquierda, encontrarán la fuerza de la RESISTENCIA.