La pregunta no admite divagaciones. Las consecuencia serán graves.
Esa es la pregunta y por tanto la respuesta debe ser clara. Basta con que Puigdemont escriba un monosílabo. No cabe ambigüedad para ganar tiempo, el Gobierno según parece no lo admitirá.
El president de la Generalitat tiene hasta las 10:00 de esta mañana, para responder al ultimátum que la pasada semana le dio Rajoy. De su respuesta dependerá su futuro y el futuro del Govern, aunque muy posiblemente también la decisión que pueda tomar la jueza Carmen Lamela que ha esa misma hora tomará declaración otra vez al mayor de los Mossos, Josep Lluis Trapero, a Laplana y a los presidentes de las asociaciones independentistas ANC y Òmniun Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, tras imputarles un delito de sedición.
El president se encuentra acorralado, por un lado tiene la presión de los radicales que a buen seguro le retiraran su apoyo y por tanto perdería la mayoría en la Cámara regional en caso de que Puigdemónt diga que NO declaró la independencia de Cataluña. Por otro lado contestar que SÍ la proclamó, supone que Rajoy aplique el artículo 155 para imponer la legalidad en Cataluña.
De darse esta circunstancia es previsible un gobierno de concentración en Cataluña con la que el PSOE no está de acuerdo, tampoco estaría de acuerdo con una intervención parcial que convierta en president por accidente a un socialista. No obstante hay quien ya ha puesto sobre la mesa que pueda ser Josep Borrell.
Pero al margen de la suspensión del Govern, Puigdemont y sus conseller se enfrentan además a un proceso penal. Una solución puede estar en contestar que no declaró la independencia de Cataluña y de inmediato convocar elecciones autonómicas mientras el Gobierno y el PSOE revisan el actual marco territorial autonómico y se inicia la reforma constitucional a la que Rajoy se ha comprometido empujado por Pedro Sánchez.
Para los dirigintes de la extinta Convergencia, el mejor paso que puede dar Puigdemont es el adelanto electoral,especialmente para Artur Mas que de esta manera se vengaría de la CUP, culpable de que no haya podido seguir siendo President de la Generalitad. Lo contrario imbuiría a Cataluña, y por tanto a España, en un escenario desconocido de gravísimas consecuencias políticas, sociales y económicas. Así que todo indica que, tras las presiones internas y externas, el president, optará por ésta opción, aunque no será hoy cuando lo haga, sino el próximo jueves, que concluirá el siguiente plazo para que la Generalitat regrese al marco constitucional y estatutario.
Así Puigdemont en previsión de que Rajoy aplique el 155, convocará el jueves elecciones autonómicas, buscando ganar tiempo y posponiendo el problema. Pero ese periodo de tiempo ganado puede resultar un problema mayor ya que los independentistas seguirán movilizando a los suyos para seguir aspirarando a la independencia haciendo oidos sordos a la reforma constitucional impulsada por el PSOE y aceptada por el PP y que Podemos no ve con buenos ojos.
Con esta situación la CUP le retirará su apoyo a Piuigdemont y Junts pel Sí quedará en minoría. Será entonces cuando el president vea definitivamente que el callejón en el que ha metido a Cataluña ya no tendrá salida, disuelva el Parlament y llame a las urnas. Así Puigdemont tiene las horas contadas después de haber provocado la mayor crisis política y económica de Cataluña.
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