Desde la representación en desfiles o espectáculos públicos, hasta las letras de las canciones el machismo asoma la patita de diversas maneras, manifestando una resistencia flagrante al cambio social. A pesar de los esfuerzos por promover la igualdad para empoderar a las mujeres, la realidad es que esta sociedad aún recurre a símbolos sexistas que desplazan a la mujer a un papel subordinado.
Los espectáculos públicos, también son espacios donde la igualdad de género se ve palmariamente comprometida. Las carrozas que exhiben a las mujeres semidesnudas o en roles estereotipados, refuerzan la idea de que el valor de la mujer reside en su apariencia física y la habilidad de complacencia a los espectadores, sobre todo masculinos, contribuyendo a perpetuar una cultura de cosificación y la desigualdad.
Las canciones, a menudo, son vehículos magníficos para transmitir mensajes a la sociedad. Sin embargo, demasiadas canciones eternizan estereotipos de género, retratando a las mujeres como objetos sexuales o subordinadas a los hombres. Esto no solo es dañino para la autoestima y el desarrollo de las mujeres, sino que también contribuye a persistir el entorno cultural en el que la desigualdad de género es normalizada. En este sentido la canción "zorra" que llevamos a Eurovisión, conlleva una carga emocional y cultural muy fuerte. Históricamente, este vocablo ha sido utilizado de manera peyorativa y sexista para denigrar a las mujeres. En muchos contextos, su uso es muy ofensivo y denota un desprecio hacia las féminas, y por mucho que se pretenda decir que el significado de zorra depende de la interpretación y que las palabras pueden variar según el contexto cultural, sin embargo, para la mayoría de las personas tiene un significado altamente ofensivo o degradante y se vuelve, una vez más, a caer en estereotipos marcadamente sexistas.
Es esencial reconocer que la lucha por la igualdad de género no se trata solo de cambiar leyes, sino también de transformar las actitudes y percepciones arraigadas en la sociedad. Esto requiere un esfuerzo conjunto que abarque desde la educación hasta los medios de comunicación y la cultura popular. Es necesario promover una representación más equitativa, diversa y respetuosa de las mujeres en todos los aspectos de la vida pública y privada. Solo así podremos construir una sociedad donde la igualdad de género sea una realidad tangible y no solo una aspiración.
Por cierto, que poca importancia se le ha dado al Día Internacional de la Mujer en la Ciencia 2024.