Tres soldados estadounidenses murieron y al menos 25 resultaron heridos en un ataque con drones cerca de la frontera entre Jordania y Siria. El presidente Joe Biden atribuye el ataque a grupos militantes respaldados por Irán. Irán niega su implicación en el ataque. Estados Unidos promete que los responsables rendirán cuentas.
Este domingo, durante un ataque con drones contra las fuerzas de EE.UU. en el noreste de Jordania, cerca de la frontera con Siria, han muerto tres soldados estadounidenses y al menos 25 han resultado heridos, según ha dado a conocer el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
En un comunicado, el mandatario ha añadido que, aunque todavía estamos recopilando los hechos de este ataque, sabemos que fue llevado a cabo por grupos militantes radicales respaldados por Irán que operan en Siria e Irak.
Según el Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM), ocho de los 25 heridos han sufrido lesiones graves y han tenido que ser evacuados de Jordania para recibir atención médica. Aunque su condición es estable, se informa que han sido trasladados debido a la gravedad de sus lesiones.
Un funcionario del Gobierno estadounidense informó a CNN que el dron, al parecer, fue enviado desde Siria y tenía un solo trayecto.
Este lunes, Irán ha negado su implicación en el ataque. Naser Kananí, portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, afirmó que su país no ha estado implicado "en las operaciones de los grupos de la resistencia en la región", tal y como aseguran Estados Unidos y Reino Unido.
Según la agencia IRNA, Kananí ha afirmado que estas declaraciones se hacen con el propósito político específico de revertir las realidades de la región y están influenciadas por terceras partes, incluido el régimen sionista (Israel) que asesina niños.
La legación diplomática ha señalado que la Misión Permanente de la República Islámica de Irán ante la ONU también ha subrayado que "Irán no tiene conexión ni nada que ver con el ataque contra una base de EE.UU".
La muerte de miembros del Ejército estadounidense en este ataque es el primero desde el inicio del conflicto en la Franja de Gaza el pasado 7 de octubre. Esta situación agrava aún más la ya frágil situación en Oriente Medio.
Han ocurrido ataques contra objetivos de los grupos hutíes de Yemen que han estado atacando buques comerciales en el Mar Rojo, a pesar de que Estados Unidos ha mantenido hasta ahora oficialmente que Washington no está en guerra en la región.
En un comunicado difundido por la Casa Blanca, Biden ha afirmado que en el momento y de la manera que elijamos, Estados Unidos hará que todos los responsables rindan cuentas. Además, ha añadido que los tres militares estadounidenses que perdimos eran patriotas en el más alto sentido y nuestra nación nunca olvidará su sacrificio final.
Según informes de fuentes militares a la cadena de televisión estadounidense CNN, se ha reportado que el ataque tuvo lugar en la base conocida como Tower 22. Esta base forma parte de una misión cuyo objetivo es brindar asesoramiento y ayuda a las fuerzas jordanas.
"El ataque, según el ministro de Comunicación del Gobierno jordano, Muhanad al Mubaidin, ocurrió en suelo sirio y no en territorio jordano, como ha informado Washington. Al Mubaidin explicó a la televisión pública jordana Al Mamlaka que la base estadounidense de Al Tanf en Siria fue el lugar donde se produjo el ataque, ubicada en la frontera con Jordania e Irak."
El ataque ha sido atribuido por el grupo Resistencia Islámica en Irak, una amalgama de milicias proiraníes.
En un comunicado, Biden prometió que los responsables rendirán cuentas "en el momento y de la manera" que Estados Unidos elija, mientras estaba haciendo campaña en Carolina del Sur este domingo.
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