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Los dos militares que perecieron ahogados en unas maniobras en Cerro Muriano llevaban lastre en sus mochilas como castigo

Los dos militares que perecieron ahogados en unas maniobras en Cerro Muriano llevaban lastre en sus mochilas como castigo

martes 16 de enero de 2024, 08:08h
Los dos militares que perecieron ahogados en unas maniobras en Cerro Muriano llevaban lastre en sus mochilas como castigo
Dos militares españoles, Carlos León Rico y Miguel Ángel Jiménez Andújar, murieron ahogados durante un ejercicio de entrenamiento en un lago. Se descubrió que algunos soldados llevaban lastre en sus mochilas como castigo por no haber realizado correctamente un ejercicio anterior. La falta de medidas de seguridad adecuadas también se ha señalado como un factor en el accidente. El capitán responsable de los ejercicios ha sido retirado de su cargo y se están llevando a cabo investigaciones tanto por parte del juzgado como del Ministerio de Defensa.

Estaba a punto de terminar la instrucción requerida por Defensa para el ingreso en el Ejército de Tierra. Se llamaba Carlos León Rico y era natural de El Viso del Alcor en Sevilla, tenía 24 años de edad. Al incorporarse al Ejército dejó su carrera de Derecho. En el CEFOT, el Centro de Formación de Tropa número 1, ubicado en Cáceres, ya había culminado las dos primeras fases de formación. Hacía poco más de mes y medio que había a la Base de Cerro Muriano para completar su formación en la unidad de destino. Murió ahogado.

Con 34 años de edad, el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar, originario de Adamuz pero residente en Villafranca, perdió la vida al intentar ayudar a sus compañero, muriendo también ahogado. A pesar de estar casado y esperando un hijo y de haber participado en las misiones de Líbano y Letonia tras su ingresó en el ejército en 2011 por las que obtuvo dos condecoraciones al mérito, nada pudo hacer para salvar la vida de su compañero, muriendo en el intento.

Los dos militares perdieron la vida al sumergirse en un lago de aguas gélidas.

Ahora se ha descubierto que los primeros soldados que se adentraron en el agua llevaban lastre en sus mochilas como forma de castigo. Lamentablemente,Carlos León, uno de los fallecidos cargaba con ese peso extra , no así el cabo de 34 años, que se lanzó al agua en un intento desesperado por rescatar a su compañero.

Casi la mitad de los 60 militares que iban a participar en ese ejercicio mortal llevaban lastre en sus mochilas .

El mando decidió colocarles peso extra como "castigo" por no haber realizado correctamente un ejercicio durante la instrucción previa.

El cruce del lago se inició alrededor de las 9 de la mañana. Antes de que los efectivos entraran en el agua, se explicaron los objetivos y la manera de llevarlos a cabo. Se dieron las instrucciones y se llevó a cabo previamente una prueba fallida. Para aligerar el peso, los soldados entraron en el agua sin chaleco.

La superficie del agua estaba dividida por una cuerda atada a dos encinas, con una distancia de aproximadamente 100 metros entre orilla y orilla.

Sin embargo no había ni ambulancia ni flotadores salvavidas a los que poder asirse en caso de peligro y pra colmo en la balsa no se hacía pie.

Varios soldados quedaron excluidos del ejercicio al no saber nadar.

Unos minutos después de entrar en el agua los primeros efectivos, la práctica se frustró. De hecho, ni siquiera la segunda compañía llegó a iniciar el ejercicio.

Fueron los mandos y el resto de soldados que estaban fuera del agua los primeros en socorrer a los compañeros, quienes pedían auxilio desde el agua. Uno de los que se lanzó al agua fue intentando socorrer a los soldados que pedían auxilio fue el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar.

Uno de los soldados estaba en parada cardiorrespiratoria cuando fue rescatado y otro salvó su vida antes de que llegara la ambulancia al realizarle la maniobra de reanimación cardiopulmonar (RCP).

Fueron varios los militares atendidos por hipotermia después de entrar en el agua en busca de los dos desaparecidos.

Tras el suceso le fue retirado el mando de la compañía de la Unidad de Infantería La Reina II al capitán responsable de los ejercicios que terminaron con los militares fallecidos.

El levantamiento de los cadáveres y la apertura de diligencias de investigación han sido llevados a cabo por el juzgado de instrucción número 4 de Córdoba, en funciones de guardia, aunque el Ministerio de Defensa está llevando a cabo su propia investigación.

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