Una nocher más de protestas en las inmediaciones de la sede socialista en la calle Ferraz de Madrid.
Y de nuevo se han producido incidentes y cargas policiales durante la concentración en contra de la amnistía.
Los manifestantes han sido dispersados, resultando en diez detenidos y siete heridos leves, según fuentes policiales.
Al principio de la concentración, que ha contado con la participación de unas 4.000 personas según la Delegación del Gobierno, se ha vivido un ambiente tenso pero sin incidentes graves, tal como en ocasiones anteriores.
Durante la noche, a medida que avanzaba y siguiendo el patrón de los días anteriores, las primeras filas han sido tomadas por los más radicales. En comparación con noches previas, la presencia de este tipo de manifestantes, muchos de ellos embozados y haciendo el saludo fascista, ha sido aún más notable.
En varias ocasiones, los objetos han sido lanzados por los concentrados y han intentado mover las vallas colocadas para impedirles acercarse a la sede socialista. En múltiples ocasiones, los agentes de las Unidades Policiales de Intervención (UIP) les han advertido que dejaran de lanzar objetos a las fuerzas de seguridad y a los periodistas que cubrían la protesta.
Varias banderas esteladas, símbolo del independentismo catalán, han sido quemadas. Y de nuevo los periodistas han sufrido el impacto de botes de pintura en sus ropas, rostros y cámaras.
Los agentes antidisturbios han cargado contra los manifestantes poco antes de la medianoche, después de que arreciara el lanzamiento de objetos contra las fuerzas del orden y de que los manifestantes trataran de mover de nuevo las vallas de defensa.
Un gran número de contenedores han sido quemados.
Diez detenciones y siete heridos leves con brechas y contusiones han sido atendidos por Emergencias.