nuevodiario.es
LA INTRANSIGENCIA UN MAL EN AUGE, por Juan Saborido Gago

LA INTRANSIGENCIA UN MAL EN AUGE, por Juan Saborido Gago

jueves 16 de noviembre de 2023, 08:42h

Estamos asistiendo, en esto días, a imágenes y situaciones tanto de orden social como político realmente preocupantes. Me estoy refiriendo al asedio infringido por organismos políticos extremistas reaccionarios; por ello quiero hacer un breve recorrido por la actitud de los seres humanos y su comportamiento, que en la mayoría de los casos no conduce a crear ambiente de equilibrio y paz, sino de tensionar la convivencia social.

La intransigencia no ayuda en nada a la convivencia en cualquier ámbito de nuestra vida. La actitud intransigente es aquella en la que la persona no está en la disposición de ceder, ni mucho menos de modificar su opinión, por lo que no aceptara que otra persona tenga razón, y menos aún reconocerá los argumentos que se les presente, por muy validos que sean. En el ámbito psicológico se distingue ciertos aspectos que señalan una característica a este tipo de persona, es la llamada “conservadurismo cognitivo” es decir, la mente del intransigente se niega a cambiar de opinión o a pensar de forma diferente, aunque la situación lo requiera, para poder avanzar, es inflexible.

Esbozada la situación, quiero traer a colación a nuestro poeta sevillano perteneciente a la generación del 98 Antonio Machado en su obra “Proverbios y Cantares” en Campos de Castilla. Que sigue siendo de una actualidad providencial.

Ya hay un español que quiere

vivir y a vivir empieza,

entre una España que muere

y otra España que bosteza.

Españolito que vienes

al mundo te guarde Dios.

Una de las dos Españas

Ha de helarte el corazón.

¿Qué es lo que decidimos escuchar?

“Nuestra visión del mundo está formada por lo que decidimos escuchar” (Willian James)

“En la lengua hay poder de vida y de muerte; quienes la aman comerán de su fruto”

Cuando se sigue ciegamente a una persona, o a las arengas de la dirección de un partido, sin hacer uso de la reflexión y sin cuestionarse nada entramos en la senda del fanatismo. Incitar a una parte de la ciudadanía a este estado, es algo sumamente peligroso, que se puede volver en contra de los que lo promueven.

El filósofo y psicólogo estadounidense Willian James, que impulsó la difusión de la escuela del pragmatismo con una doctrina que llamó empirismo radical. Sostenía que el significado de una idea debe buscarse es sus efectos prácticos, que la función del pensamiento consiste en guiar la acción y que la verdad debe ser probada por las consecuencias prácticas de la creencia. Es decir, la búsqueda realizada desde la experiencia y el contraste razonado.

Por esa razón decía “Siempre es incorrecto, en cualquier lugar, y para cualquier persona, creer algo sin suficiente evidencia”. Asistimos, desgraciadamente a la incitación por parte de una derecha irritada, y de los extremistas azuzando al levantamiento contra actos democráticos y lo más grave a la desobediencia civil.

Todos sabemos, si hemos estudiado la historia, que la utilización de las masas no es algo novedoso, España tiene una larga historia de dirigentes que hicieron uso de la división y de la confrontación como arma, para llevar a fin sus propósitos personales, bajo nombres como la unidad. Como consecuencia nuestro país fue abocado a un genocidio, entre hermanos. Tanto es así que esa herida no fue sanada correctamente, y aún hoy vemos como emergen voceros, que ni por asomo han vivido esa experiencia. Esto no es sólo una realidad nuestra, sino que en otras naciones a ocurrido lo mismo, como es el caso de Alemania, la diferencia es que se juzgaron y condenaron.

Los que generan estas situaciones son sectores que van desde el ámbito político, pasando por el económico y el judicial. Son sectores con un marcado sentido del inmovilismo, que es un miedo inducido y que su única razón es vivir en un sin sentido, es decir, no desear la novedad, no experimentar el cambio. Se ha creado un sistema social basado en el confort en la seguridad de lo obtenido.

Esto nos lleva a otra causa no deseada la inseguridad, la incertidumbre abrumadora. Hemos aprendido a tener el control sobre lo que ocurre a nuestro alrededor inmediato. Pero cuando la vida conduce a aventurarnos por senderos desconocidos se produce, dentro de esa zona de confort, cambios y obtenemos la sensación de caos, por lo que aquello que ayer considerábamos seguro hoy ya no lo es. Entonces cunde el miedo sobre los sistemas de control y se comienza a difundir, a través de sus diversos medios, las mentiras, los bulos, la insidia, etc. sobre todo lo novedoso.

¿Dónde se encuentra el problema?

No se trata sólo de que los poderes se sientan inseguros, sino que la población se encuentra totalmente desinformada, y no hay nada peor para el bien de un sistema social, el que sus miembros sean unos ignorantes, y peor aún es que crean que saben.

La ignorancia va mucho más allá del no saber, es la base en la que sustenta el caos y por ende el miedo, y este va mucho más lejos del simple estado de incomodidad de una situación determinada y momentánea. Se convierte en un fantasma que conduce a actitudes irracionales.

Por eso podemos observar en estos días como las noticias vuelcan, no sólo datos, sino imágenes impactantes, con mensajes negativos y estas tienen mucha mayor fuerza y se comparten más rápidamente, sin pasar por ningún tipo de filtro prudente, sin que se haga una valoración de los hechos, sin verificar si son ciertos o si tras ellos exista una manipulación. Con esto comprobamos que la negatividad tiene mayor impacto que las noticias buenas.

Según el escritor y psicólogo estadounidense Eric Hoffe realiza un estudio sobre el movimiento de masas y el surgimiento de personajes autoritarios como Hitler o Stalin intentó encontrar las raíces en la psicología, descubrió que el fanatismo y la hipocresía se encontraban en la duda he incluso el desprecio hacia sí mismos y sobre todo la inseguridad, lo describe en su libro The True Believer (El verdadero creyente).

Os dejo para finalizar estas dos reflexiones de este autor Eric Hoffer:

“La actitud intransigente es más indicativa de una incertidumbre interior que de una profunda convicción”

“En tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñarán del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo estarán bien equipados para un mundo que ya no existe.”

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios