Pero qué es ser opaco, según la RAE tiene varias acepciones: “Que impide el paso de la luz. Oscuro sombrío. Triste y melancólico. Poco claro o comprensible” y, por último, que es con la que me quedaré para dar pie a este artículo. “Dicho especialmente de una entidad o de su gestión o un proceso. Poco transparente, etc.” Aclarado este punto voy a los hechos.
La empresa VEIASA dependiente de la Administración de la Junta de Andalucía, concretamente de la Consejería de Industria, Energía y Minas. Cuyo actual consejero es el señor Jorge Paradela Gutiérrez, del que depende esta consejería se encuentra en una situación muy particular.
Como todos saben actualmente la línea política de actuación de la Junta de Andalucía están marcadas por el PP muy cerca de Vox. Por lo cual su tendencia es muy conservadora y privatizadora, con pocas o nulas acciones sociales y sin un deseo sobre la conservación de la naturaleza bajo el actual cambio climático, que es negado.
El señor Jorge Paradela Gutiérrez, que por cierto posee una larga carrera curricular tanto de estudios, como en dirección empresas, parece ser que su visión, con el paso de los años se ha vuelto opaca. En su última comparecencia en el Parlamento de Andalucía al referirse a la empresa pública VEIASA, de la cual se enorgullecía, y en un momento dado expresa: "Desde la pasada legislatura el actual Gobierno de Andalucía quiso imprimir un nuevo impulso a VEIASA ante la deficitaria situación que presentaba”
Una de las causas de la opacidad es la ignorancia o el desconocimiento de la realidad de VEIASA. Cuando la información que recibe no es de primera mano ni es contrastada se corre el riesgo de ser un obtuso, cosa que ocurre de forma corriente en la actual política Andaluza ostentada por Juanma Moreno y sus adláteres.
Quiero recordar que desde que entró la actual administración de la Junta de Andalucía (PP Vox), en VEIASA se produjo un cumulo de acciones que han dado al traste con el funcionamiento de esta empresa. Han pasado como un elefante en cacharrería, quitando y poniendo a personajes que nada tenían que ver con el sector, pero que eran afines a una ideología torticera, provocando con ello un deterioro no sólo en su funcionamiento sino en las relaciones laborales internas.
En este diario se han ido desgranando y presentado de forma pormenorizada, dichos hechos, y que decir tiene del recién nombrado director de VEIASA, con toda su dilatada carrera, en vez de hacer alarde de su saber, proponiendo soluciones contrastadas y aceptables, está agravando y enmascarando una realidad de cara al público, es decir su opacidad aumenta con el paso del tiempo.
Pero, como todos/as imaginaran, para el triunfo de los incompetentes gestores desde la VEIASA del Alcaide, que, por cierto, el fin último es, deteriorar al máximo la mejor empresa pública para justificar ser salvados por el amigo o familiar privado a imagen o semejanza del Zaplanismo en Valencia con las ITV.
Para ello, son precisos en la maniobra y/o estrategia los colaboradores necesarios, tanto por acción u omisión, a sabiendas o por ignorancia, o tan solo por compartir mesa camilla y creerse que son algo, que ni siquiera por ego, sino, porque no se enteran de que son manipulados y cegados tan solo por pisar coyunturalmente moqueta, y a la par olvidarse de los trabajadores y sindicatos a quien representan, si alguna vez pensaron en lo colectivo y no en lo particular.
Me gustaría creer, que en este nuevo proceso de movilización al que el triunvirato ha llegado por las presiones externas de la alternativa sindical que construye CGT, no sea un nuevo engaño, un paripé, una nueva manipulación donde gane el “Caín” y pierdan todos/as los trabajadores/as. “Cosas veredes amigo Sancho, que non crederes”
“Quien siembra vientos recoge tempestades”
Este dicho popular está relacionado con las consecuencias que traen ciertas acciones u omisiones, o cuando existen interés oculto ajenos a los fines propuestos. Hasta el momento no ha surgido ninguna persona que posea la lucidez necesaria para posibilitar sacar a esta empresa del atolladero en el que la han metido. Desconocemos los oscuros motivos y a aquellos que mueven los hilos, pero que existen es incuestionable.
Enmascarar, ocultar, es añadir más opacidad a la realidad y por tanto crear más sufrimiento innecesario, ya que aquel que gobierna desde la ignorancia creyéndose un sabio y un entendido es un necio, en este sentido en el Tao Te King en su número 71 dice así:
“Darse cuenta de que nuestro conocimiento es ignorancia es una noble compresión interna. Considerar nuestra ignorancia como conocimiento es enfermedad mental. Sólo cuando nos cansamos de nuestra enfermedad dejamos de estar enfermos. El Sabio no está enfermo por estar cansado de la enfermedad. Éste es el secreto de la salud”
Quiero expresar, utilizando el símil de los opacímetros, que las partículas que dificultan la luz provocando la opacidad, son la gran cantidad de estúpidos que proliferan en los ámbitos sociales y políticos. El estúpido no sólo es opaco, sino que tiene un cierto grado de egoísmo intelectual, negando la complejidad de la realidad.
En este sentido Erasmo de Rotterdam decía que “Lo que creemos inteligente no es más que una sandez” Ciertamente la realidad se encuentra contaminada oscurecida por la opacidad de una verdad tergiversada, envilecida por personas que ostentan cargos que no deberían tener.
No son los títulos acumulados, ni el poderoso dinero, el que nos salvara. Sino aquellos hombres y mujeres, con deseos de justicia y de verdad. De vez en cuando nos deberíamos hacer la siguiente cuestión, como lo hacía el escritor Giovanni Papini, para poder limpiar el ambiente opaco de estúpidos ¿Soy un imbécil?
Si (
No(
