Comparada con los 100 mg de una persona adulta y sana sin problemas de colesterol, esta cifra es muy baja. Sin embargo, lo más sorprendente es que sus cifras envidiables no se alteraban ni siquiera con una dieta rica en grasas o un estilo de vida poco saludable.
La producción del colesterol dañino disminuye al inhibirse la alteración en el gen PCSK9, que desempeña un papel crucial en el metabolismo del colesterol.
Hace años, varias líneas de investigación se iniciaron a partir de ese hallazgo científico, y han estado dando buenos frutos en la lucha contra uno de los peores enemigos del corazón. Un tratamiento inyectable ha llegado recientemente, el cual mantiene el colesterol 'malo' bajo control con solo dos pinchazos al año. Además, logra inhibir la producción de PCSK9 en el hígado.
En los casos de mayor riesgo, el Ministerio de Sanidad financiará el fármaco llamado Inclisirán (Leqvio, por su nombre comercial), desarrollado por Novartis. Este medicamento está destinado a los enfermos cardiovasculares que no logran reducir sus niveles de colesterol 'malo' por debajo de 100 mg/dl, a pesar de haber probado otros tratamientos disponibles y seguir una dieta y hacer ejercicio físico.
Según la compañía farmacéutica, los datos proporcionados han demostrado que los ensayos clínicos con miles de pacientes han mostrado que es seguro y eficaz. Además, se ha observado una reducción potente y sostenida del LDL de hasta un 54% en pacientes con enfermedad cardiovascular.
Los efectos secundarios son un aspecto importante a considerar.
"La eficacia y la seguridad son las ventajas del nuevo medicamento. Según José Luis Zamorano, jefe de Cardiología del Hospital Ramón y Cajal, en los ensayos clínicos solo se han observado efectos secundarios leves, lo cual es especialmente importante para un fármaco con una duración de seis meses. Ante la posibilidad de experimentar malestar, surge la pregunta: ¿qué hacer?"
Los efectos secundarios vistos son muy leves, asegura este cardiólogo que ha participado en los ensayos realizados en España, tranquilizando a todos.
"La solución al problema de la adherencia terapéutica en los tratamientos crónicos y el control del colesterol está garantizada con una inyección subcutánea cada seis meses. Esta opción es altamente eficaz y segura, lo cual permite a los pacientes coincidir su administración con su visita de control en el hospital. La falta de cumplimiento del tratamiento por parte de los enfermos ha sido un gran fracaso hasta ahora".
Añadir el tratamiento a las pastillas para el colesterol que ya tomaban los enfermos es necesario. La financiación de las inyecciones ha sido autorizada por el Ministerio de Sanidad, siempre y cuando se siga tomando los fármacos convencionales. Aunque no librarán a todos los enfermos de los tratamientos orales, las inyecciones funcionarán como un seguro de vida.
La tecnología ARN es una herramienta revolucionaria que está transformando diversos campos de la ciencia y la medicina.
Novartis detalla que Inclisiran es una innovación terapéutica pura. Actúa imitando la vía natural de regulación de la expresión génica de nuestro cuerpo, siendo el primero en hacerlo. Esta tecnología de ARN utilizada en las vacunas de Covid también se emplea en Inclisiran.
«Es un fármaco innovador que actúa en una ruta no utilizada en el mundo cardiovascular, no habíamos utilizado», insiste José María Mostaza, expresidente de la Sociedad Española de Aterosclerosis y jefe de Medicina Interna del Hospital La Paz de Madrid.
Dice que la ventaja es la comodidad de obtener casi los mismos resultados con dos inyecciones anuales, aunque es casi tan ineficaz con otros medicamentos que se dirigen a PCSK9.
El Ministerio de Sanidad ha establecido una línea roja preocupante, ya que solo financia el tratamiento a aquellos pacientes que no logran reducir su colesterol por debajo de 100.
"Recomendamos utilizarlo en enfermos de riesgo que no consiguen bajar a 55, es un stop económico claro. Es una pena quitar la posibilidad de utilizarlo a un paciente que está en 90 y ya ha sufrido un infarto o un ictus cuando sabemos que el descenso del colesterol es la medida que salva más vidas", explica una sociedad científica.
La acumulación de grasa en forma de placas en el interior de las arterias es considerada el principal enemigo del corazón. Estas placas, cuando se rompen, pueden generar un coágulo que lleva directamente a padecer un infarto de miocardio, accidente cerebrovascular o infarto intestinal. En ocasiones, todo este proceso puede desencadenarse sin que la persona enferma sea consciente de su propia enfermedad.
Demostrando eficacia y seguridad, los estudios que han permitido la autorización de Inclisirán son solo el primer paso. "El siguiente paso es demostrar que reduce la mortalidad a largo plazo y es capaz de revertir la placa de ateroma, que es la 'piedra Rosetta' de la aterosclerosis", explica Zamorano. Según él, el LDL es comparable al plástico debido a su casi indestructibilidad.
Mostaza opina que, al menos podríamos evitar que siga progresando la acumulación de ateroma si no se revierte. Según él, podríamos verlo con reducciones mantenidas entre 40 y 50.
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