Un soldado israelí hijo de militar y descendiente de supervivientes del Holocausto, pone al descubierto el negocio y el engaño que se encuentran detrás de los conflictos armados.
Eran Frati, ex soldado israelí, que es en la actualidad director de Ray, una organización que se dedica a investigar la alianza entre Estados Unidos e Israel desvela que aunque creció en un entorno sionista, se dio cuenta que no estaba defendiendo a su país, sino apoyando un régimen opresivo contra el pueblo palestino, porlo que decidió abandonar el ejército y dedicarse a investigar la industria militar israelí y el dinero que obtienen de la ocupación de Palestina.
Durante los últimos diez años, el incansable trabajo de Eran ha sido exponer la forma en que Israel vende armas y tecnología, armasque antes de su venta al resto del mundo son probadas en Palestina .
Su meta consiste en brindar apoyo a los activistas involucrados en campañas internacionales para romper los vínculos con Israel y poner fin a la ocupación en Palestina.
Como activista antisionista, el denunciante expone esta estrategia y sostiene que criticar a Israel no es antisemitismo, sino que apoyar la opresión y el asesinato de palestinos es lo que realmente constituye una actitud antisemita.
Eran Frati denuncia los fuertes lazos que el gobierno de Netanyahu mantiene con supremacistas blancos, fascistas y neonazis en Europa y Estados Unidos para demostrar así cómo el sionismo promueve el antisemitismo en lugar de proteger a los judíos.
En relación a España, destaca que es uno de los principales productores de armas del mundo y, aunque no participa directamente en la ocupación de Palestina, forma parte del negocio de importación y exportación de tecnología y armas utilizadas tanto en Palestina como en el país.
En cuanto a la colaboración de España con Israel, destaca nuestro país envía a su policía para recibir entrenamiento, adoptando así las tácticas de control israelíes. Esto, según se argumenta, permite a Israel mantener la ocupación y perpetuar el conflicto. Además, se resalta la colaboración de Israel con dictaduras en América Latina, así como su participación en atrocidades como asesinatos, violaciones y robos de tierras en diferentes países, según lo señalado por el exsoldado israelí.
Denuncia Eran Frati,el lobby sionista en Estados Unidos, el cual no tiene como objetivo a Israel ni a los judíos, sino al complejo militar-industrial y la industria armamentística. En forma de ayuda militar, el gobierno estadounidense otorga cada año grandes sumas de dinero a Israel, pero en realidad es dinero que regresa a los fabricantes de armas estadounidenses.
El denunciante ve la necesidad de cambiar las mentalidades que permiten las ocupaciones y destaca la importancia de redirigir los fondos militares hacia el mejoramiento de las comunidades, incluyendo la construcción de hospitales, escuelas y carreteras.
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