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'La relevancia de Níjar', por Esperanza Pérez Felices
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"La relevancia de Níjar", por Esperanza Pérez Felices

martes 17 de octubre de 2023, 09:18h
'La relevancia de Níjar', por Esperanza Pérez Felices

En los últimos años Níjar ha conseguido un hueco, una posición, que ni es gratuita ni fácil de alcanzar. La relevancia, el peso específico que adquiere un término municipal o en nuestro caso una comarca de hecho, es uno de esos legados que sirven como escudo para que, cuando compites con otros territorios, algunos oportunistas se abstengan de quitar de aquí para poner allí. Y en Níjar a este ritmo nos van a dejar en pañales.

El primer sector de interés, el motor de nuestra economía comarcal es la agricultura, que depende de los agricultores, y ellos a su vez de unas materias primas, o podemos llamarlas así, que son parte fundamental de ese entramado. En mi opinión, y por ese orden de importancia, destacaría el agua, la mano de obra y las infraestructuras que hacen funcionar todo lo demás.

Con el agua ya empezamos a tener problemas desde que el gobierno del PP empieza a derivarla hacia la zona de Levante, en la que sus alcaldes tienen más peso específico y formación que el de Níjar. Se veía venir, pero durante muchos años hemos frenado esos intentos y favoritismos claramente mostrados por el Consejo de Gobierno de Moreno Bonilla. En cierto modo buena parte de los agricultores de Níjar están preparados hasta para este tipo de contingencias con infraestructuras de almacenamiento que han desarrollado durante años. De hecho, han invertido sus propios recursos económicos junto a ayudas estatales, y con una de las redes de distribución más eficientes y con menos pérdidas del país, si no es la más avanzada en su especie. Pero ojo, el Levante ya avisó este verano con un desmesurado consumo para su pujanza turística, unida a la constante expansión de sus cultivos a cielo abierto.

Níjar, y no podemos olvidarla, es la primera comarca que se adaptó al riego con agua desalada, configurando un uso mixto con el de los pozos naturales que, aunque más caro para el agricultor, ha permitido garantizar la viabilidad de un origen de frutas y hortalizas que quiere crecer de modo sostenible, apostando por lo ecológico y con la calidad como hecho diferencial.

El segundo gran elemento que sostiene esta comarca es la mano de obra. En nuestro caso de origen norafricano en un porcentaje abrumador, y que no es ajeno a lo que pasa en sus países hermanos. Y ojo, mucho menos van a permanecer impasibles ante aquello que les afecte, y no olvidemos que en Níjar en estos momentos gobiernan PP y VOX, partidos que precisamente no demuestran ninguna empatía ni con el Magreb ni la África Subsahariana. Cuidado con los postureos que buscan titulares, porque toda voz que se alce en momentos delicados tiene que medir el eco de su mensaje.

El tercer pilar son las infraestructuras, y aquí nos estamos cubriendo de gloria. Hemos pasado de creer en los caminos rurales como esa red neuronal que hace funcionar el campo, dando accesos dignos y mostrando el origen natural de nuestra producción, a cortar el grifo de la inversión con una previsión de 30.000 euros para una comarca de casi 600 kilómetros cuadrados. Igual hay alguien a poniente de Níjar que no quiere que esa red facilite el acceso a los cultivos o que los clientes puedan ver en Níjar esa agricultura 2.0 que pone sobre la mesa productos más sostenibles ecológica y socialmente.

Pero la gran prueba de la pérdida de relevancia de Níjar es que el Puerto Seco se ha quedado parado frente al muelle de carga de Pulpí, que avanza a todo tren con su lobby polítco y empresarial empujando en todos los frentes.

No es una suposición, sino una realidad que Níjar le viene muy grande a su alcalde, al equipo de gobierno de PP y VOX. Y la prueba es la pérdida de relevancia en apenas tres meses de desgobierno teledirigido, y aplastantemente letal para una comarca que había ganado posiciones de privilegio en el panorama nacional.

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