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VEIASA, UN BARCO VARADO, por Juan Saborido Gago.
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VEIASA, UN BARCO VARADO, por Juan Saborido Gago.

“No hay peor ciego que el que no quiere ver”

miércoles 13 de septiembre de 2023, 09:12h
VEIASA, UN BARCO VARADO, por Juan Saborido Gago.
VEIASA, UN BARCO VARADO, por Juan Saborido Gago.

Como suelo decir, sólo intento hacer pensar y que los lectores saquen sus propias conclusiones, es cierto, que en el caso que describiré conozco algunos factores, pero, para dar con el fondo de las causas me resulta imposible. Pero, si observamos los hechos podemos indagar en posibles causas, ¡Vamos a ello!

Existen en la historia de la navegación infinidad de barcos que por diferentes circunstancias han quedado olvidados, unos hundidos por una guerra, otros por un temporal cogido por sorpresa y muchos por negligencia de sus capitanes.

La acepción de negligencia según la RAE es “descuido, falto de cuidado” y en su segunda acepción “falta de aplicación”

Bien, podemos decir que la negligencia es la falta de un comportamiento determinado en situaciones diversas o remitiéndome al símil del buque varado en el fango, el capitán de ese navío del que se esperaba actuase con un comportamiento responsable no lo tiene, por dejadez, imprudencia, impericia u otras causas que le impulsan a desmembrar el barco y poner en peligro a su tripulación. (Por ejemplo, casos significativos en la historia: el Titanic, el Costa Concordia, el buque hidrográfico de la armada Malaspina, y que decir del Vaporcito de El Puerto de Santa María, etc..)

Trasladando este símil naviero a la gestión de una empresa, podemos decir, que es muy apropiado para el caso de la empresa en la que estuve trabajando 30 años, VEIASA, porque si grande son los casos marítimos de estropicios, aún mayor son los casos de empresas que por negligencia o impericia, no sólo han embarrancado, sino que son “pecios de la historia”.

Recuerdo que en dicha empresa desde que se fundó, ha tenido “capitanes” que han sabido engalanarla y ponerla en un lugar apreciado por todos, no sólo en el ámbito andaluz, sino nacional e internacional, y apoyada por Gobiernos Progresistas alcanzó un respeto en el ámbito industrial en el campo de las Inspecciones Técnicas de Vehículos y más tarde en el sector de la Metrología Legal.

Para mantener a VEIASA en ese nivel de excelencia no sólo se necesita del apoyo institucional que lo ampare, sino de unos profesionales y de una Dirección que sepa manejar y conducir la misma por los escollos de una competencia, que prima los réditos económicos más que el servicio y la calidad al ciudadano.

Pero los últimos temporales políticos, han azotado de forma intensa el casco de esta nave, además de poner al mando a diversos capitanes/Alcaides, cuyo legado es el que actualmente aparece en diversos medios y de indiscutible descalabro.

Veo una nave varada en el fango de oscuros interés privatizadores, y cuyo actual capitán no es precisamente, según su historia curricular, un negligente, ni parece imprudente y menos aún de impericia. Entonces me pregunto ¿Qué está pasando? ¿Por qué VEIASA se encuentra embarrancada en fango? ¿Es sólo la causa del capitán o existen otros elementos en el mismo barco que lo conducen a sucumbir?

Podemos afirmar que, si existen otros elementos que hacen que una empresa / nave sea vulnerable, y no depende sólo de la pericia del patrón, sino, también de los mandos y de los marineros / trabajadores.

Unos mandos corresponsables en una política de deterioro del servicio y de la calidad del trabajo y una tripulación “aborregada”, jamás crearan un problema a su capitán, aunque este lleve la nave a pique. Y aún menos si los representantes de estos son sumisos y cómplices silenciosos.

Pero una tripulación, que ha adquirido la suficiente “pericia” en la navegación, puede y debe advertir, incluso oponerse a las directrices del capitán, porque se debe, como en este caso, a los Andaluces y Andaluzas, a la equidad y justicia en la labor inspectora y velar por los derechos de los empleados/as.

Finalmente, tenemos otra causa que puede conducir a la vulnerabilidad de este barco, son las políticas liberalizadoras/privatizadoras del actual gobierno de la Junta de Andalucía, que está haciendo de ella su propio “cortijo o chiringuito” para venderla al mejor postor y que los defensores de lo público debemos parar.

Para concluir y a modo de reflexión

Es cierto que no somos seres autosuficientes e inmunes, y que la vulnerabilidad no es un accidente, algo que ocurre de vez en cuando. Pero este sentimiento más que separarnos nos ha de unir para, ante todo, crear fuertes lazos, en la lucha ante aquellos acontecimientos y personas que provocan que nuestras vidas se vean amenazadas, por personas sin escrúpulos. En este sentido el Doctor en Filosofía y teología Francecs Torralba Roselló lo expresa en su libro <Ética del cuidar. Fundamentos, contextos y problemas> diciendo:

“Puede discutirse, y de hecho se discute filosóficamente, si el ser humano goza de una dignidad especial en el conjunto de la naturaleza. Se discute si su lugar preeminente en el conjunto del cosmos es verídico o simplemente una reivindicación gremial, pero lo que no entra en el terreno de la discusión es su radical vulnerabilidad. Lo que nos une a los seres humanos, más allá de nuestras evidentes diferencias es la vulnerabilidad”.

Aquellos que son colocados al frente de una nave tienen una responsabilidad enorme que no puede obviar con argumentos excluyentes, ya que conducir una nave de espaldas de la fragilidad de la condición humana, es conducirla hacia el fango del fracaso.

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