Tras los malos resultados electorales, Podemos ha despedido al 70% de su plantilla, lo que deja a la estructura orgánica del partido en manos de los hombres incumpliendo la paridad tantas veces exigida. Cabe destacar que el 64% de los empleados incluidos en la lista del ERE son mujeres.
En su estructura orgánica estatal, el partido estará conformado por un 82% de hombres y tan solo un 18% de mujeres.
El acuerdo para finalizar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que Podemos inició a principios de agosto, y que implica el despido de más del 70% de la plantilla, fue logrado el pasado finalmente lunes y afecta principalmente a las trabajadoras del partido. Se consuma de esta manera el cierre de ocho federaciones territoriales, que son las que se llevan la parte principal de los despidos, y se confirma que el alcance del ERE planteado inicialmente, ha sido mucho mayor de lo previsto.
Serán tan solo 28 de los 105 empleados afectados por el ERE los que conservarán su puesto, todos pertenecientes a la sede central de Francisco Villaespesa y de estos 28 trabajadores que se quedan, 21 son hombres y solo 7 son mujeres.
Asimismo PODEMOS ha llegado a un acuerdo para su despido con otros 44 trabajadores, todos ellos dependientes de las disitintas sedes autonómicas y con 30 empleados de los servicios centrales en Madrid pertenecientes al equipo cercano a Irene Montero que ejercían sus funciones en la secretaría de igualdad.
La decisión de la ejecutiva de Podemos que implica que la plantilla se reduzca a 21 hombres y a solo 7 mujeres, incumple claramente el Plan de Igualdad establecido en los estatutos.
El resultado es claro PODEMOS se convierte en un partido machista al quedar conformado por un 82% de hombres y solo un 18% de mujeres.
Pero para rizar el rizo en PODEMOS tampoco cumplen con las exigencias hacie el empresariado. Fuentes del comité de empresa lamentan que solo hayan logrado obtener una indemnización de 38 días por año trabajado del departamento de recursos humanos del partido, lo cual representa solo 5 días más que el mínimo establecido por ley (33 días) que son 8 DÍAS MENOS de los 45 días que han venido defendiendo y exigiendo.
Así las cosas resulta evidente que PODEMOS no alcanzó un acuerdo electoral con Sumar integrándose en la coalición, por el interes colectivo, sino por el interés personal de sus líderes, basándose unicamente en los recursos económicos que podía conseguir ya que de no hacerlo la sangría económica le podría haber abocado a obtener un 23 por ciento menos de ingresos con el riesgo de desaparecer.