Después de un día completo desde que la policía tailandesa anunciara el cierre de la investigación y pidiera la pena de muerte para Daniel Sancho, el chef español ha sido sometido a otro interrogatorio por las autoridades tailandesas.
Según fuentes cercanas al caso, se han revelado nuevas pruebas que ponen en duda la participación directa de Sancho en el crimen. Varios testigos han declarado haber visto a Sancho junto a un desconocido tanto antes como después de que Arrieta llegara a la isla. Además, se han registrado encuentros entre ambos en cámaras de seguridad de diferentes establecimientos.
La relación de Sancho con dos turistas con las que compartió la mañana del día del crimen solo se conocía hasta ahora. Una de ellas, que acompañó a Sancho a denunciar la desaparición de Arrieta, recordó un detalle peculiar sobre su acompañante: "Él llevaba un corte en el dedo y sangraba, le pregunté y me dijo que se lo había hecho intentando abrir un coco".
"No lo hizo solo", ha mantenido una postura firme la defensa de Sancho en el caso. La aparición de este misterioso desconocido podría otorgarle peso a su argumento.
Carmen Balfagón, por su parte, ha resaltado inconsistencias en la investigación. Uno de los puntos más polémicos se enfoca en las imágenes de cámaras de seguridad de un supermercado donde, supuestamente, Sancho compró cuchillos. Expertos señalan que las imágenes no concuerdan con la apariencia del chef, destacando notables diferencias como una calva pronunciada en la frente de Sancho que no se observa en las grabaciones.
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