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Catherine Cavalin, socióloga francesa, y Alfredo Menéndez, historiador granadino, han estado investigando durante cuatro años las causas y el alcance de la silicosis en España
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Catherine Cavalin, socióloga francesa, y Alfredo Menéndez, historiador granadino, han estado investigando durante cuatro años las causas y el alcance de la silicosis en España

domingo 28 de mayo de 2023, 09:47h
Catherine Cavalin, socióloga francesa, y Alfredo Menéndez, historiador granadino, han estado investigando durante cuatro años las causas y el alcance de la silicosis en España
A pesar del negacionismo del productor, su rigurosa investigación científica ha documentado la epidemia silenciosa causada por la manipulación del aglomerado de cuarzo.
Catherine Cavalin, socióloga francesa, y Alfredo Menéndez, historiador granadino, han estado investigando durante cuatro años las causas y el alcance de la silicosis en España

España es líder en la fabricación y distribución de piedra artificial utilizada para hacer encimeras de cocina, con la multinacional Cosentino a la cabeza. El productor almeriense minimiza los efectos perniciosos de su material, que exporta a todo el mundo. Su marca más conocida, Silestone, se ha convertido en nombre genérico de este producto.

La investigadora francesa Catherine Cavalin, del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS) francés, se ha centrado en el estudio de la silicosis. Como socióloga, ha estado investigando esta enfermedad durante años y se interesó por el caso español. El CNRS es uno de los centros de investigación más prestigiosos del mundo, con más de 32.000 empleados y un presupuesto de 3.400 millones.

Durante un simposio en París en 2019, se encontró con Alfredo Menéndez, quien es médico e historiador de enfermedades laborales en la Universidad de Granada. Él estaba investigando sobre la nueva silicosis que afectaba a los trabajadores de marmolerías en Andalucía. Desde entonces, han colaborado juntos para combatir esta epidemia y se consideran más actores que científicos.

Después de investigar, han tomado un papel activo para abordar la falta de coordinación institucional y la confusión entre los afectados. La socióloga francesa explica que este es un proceso de investigación/acción en el que no solo se identifican los problemas, sino que también se involucra a los actores para generar un cambio. Este procedimiento es valioso para construir algo que transforme.

Sin embargo, los especialistas y las personas afectadas son los verdaderos protagonistas del problema. Los investigadores no se consideran justicieros y su objetivo es trabajar en temas de justicia social sin ir más allá de lo que saben hacer. Su esperanza es poner sus resultados a disposición de aquellos que pueden mejorar el acceso de las víctimas a sus derechos. Esto fue confirmado por Cavalin, uno de los investigadores.

La silicosis en España ha sido descrita como "archipiélagos de afectados", término utilizado por el historiador francés de la silicosis, Paul-André Rosental. Esta expresión se refiere a las manchas inconexas de enfermos que no han tenido una comunicación directa y que ha contribuido a invisibilizar la epidemia de esta enfermedad laboral. Los tres puntos neurálgicos se encuentran en Montemayor (Córdoba), Chiclana (Cádiz) y la comarca marmolera del Valle del Almanzora (Almería).

En Andalucía hay más de seiscientos pacientes con silicosis.

El lanzamiento de un nuevo material en el mercado a principios de los años 90 coincidió con el auge inmobiliario. Sin embargo, esto también llevó a una situación desafortunada donde cientos de hombres jóvenes, con una edad promedio de 36,2 años, sufrieron daños en sus pulmones.

Andalucía es una de las regiones con mayor cantidad de casos de silicosis, con 596 partes de enfermedad profesional reportados entre 2007 y octubre de 2022. En toda España se estima que hay más de 2.000 casos, aunque los expertos señalan que aún hay muchos sin diagnosticar.

Cosentino tiene su principal planta de producción en la localidad almeriense de Cantoria, donde fabrican su producto estrella, Silestone, un aglomerado de cuarzo utilizado para hacer encimeras de cocina y baño. La empresa planea ampliar su planta hasta ocupar cerca de 40.000 metros cuadrados en los próximos años. Debido a la importancia económica de esta multinacional en Andalucía y España, ha habido un flujo constante de información sobre el material y sus efectos en los trabajadores.

Catherine y Alfredo admiten que han sido intermediarios entre las distintas áreas, ya que notaron una división incluso con el Programa Integral de Silicosis Andalucía (PISA) en marcha. La Junta de Andalucía fue la primera en crear un plan conjunto contra esta enfermedad laboral desde 2017 hasta 2021, destinado a detectar la enfermedad y concienciar a los profesionales sanitarios y servicios de prevención de riesgos laborales.

"El programa no cumplió con las expectativas y terminó antes de lo esperado."

Alfredo Menéndez destacó que durante una entrevista con los dos médicos del Hospital de Montilla (Córdoba), quienes han documentado 84 casos hasta el momento, se dieron cuenta de que no conocían el programa Pisa, a pesar de trabajar para la Consejería de Salud. En octubre de 2021, cuando se realizó la entrevista, los médicos habían registrado alrededor de 70 casos.

Los investigadores están motivados por la necesidad de superar la fragmentación y la falta de datos oficiales sobre el número de enfermos, lo que les lleva a crear redes. La jefa de la Unidad Médica de Valoración de Incapacidades de Córdoba no conocía a los médicos de Montilla que estaban diagnosticando y comunicando sospechas de enfermedad profesional entre los afectados de Montemayor. Según Catherine Cavalin, en ese municipio, que es uno de los epicentros de la silicosis, se encuentra la mayoría de los afectados cordobeses, casi un centenar.

El ocultamiento intencional o las deficiencias en la estructura.

Los investigadores de la Junta de Andalucía no están seguros sobre el origen de la falta de conocimiento entre los distintos estamentos dentro del organismo. Según Alfredo Menéndez, "el desconocimiento no es deliberado, pero hay elementos que hacen que el conocimiento se fragmente y las cosas no fluyan adecuadamente, lo que genera una dificultad para visibilizar el problema".

Catherine Cavalin tiene una perspectiva diferente y menciona la agnotología, que es el estudio de cómo se siembra la confusión y la ignorancia para obtener beneficios. Según la investigadora francesa, aunque algunos historiadores y sociólogos creen que hay elementos intencionales y otros no, en realidad se investiga más sobre lo oculto y las razones detrás de ello.

Catherine menciona el caso de la silicosis en España y otros países, y compara con lo sucedido en Estados Unidos con las tabaqueras. Hace referencia a Robert Proctor, quien investigó millones de informes de estas industrias después de un gran pleito contra el tabaco. Se descubrió que se habían ocultado los efectos nocivos del consumo de cigarrillos para promocionar su venta, aunque también había cuestiones que no se habían mantenido intencionalmente en secreto.

La falta de coordinación entre instituciones ha sido un factor en contra de los afectados y la prevención y reclamación de sus derechos, como en otros casos. Según Cavalin y Menéndez, esto se debe al "teléfono roto" que hace que se pierda agilidad entre administraciones locales, autonómicas y estatales.

Empresas de gran tamaño con gran influencia.

Los productores del aglomerado de cuarzo tienen una gran influencia en la transmisión de riesgos asociados a un nuevo producto que tiene un gran impacto económico. Cosentino es uno de los mayores productores del mundo, y la compañía israelí Caesarstone es comparable en tamaño. Según los investigadores, ambas compañías son las primeras o segundas a nivel mundial, dependiendo de los mercados.

Según explican, estas empresas son similares y se encuentran en zonas con escasez de empleo. Su poder radica en que el Estado debe hacerse cargo de la responsabilidad del empleo. La creación de puestos de trabajo es lo que les da fuerza frente a los poderes políticos y económicos.

Según los investigadores, a menudo se presenta un dilema injusto entre mantener el empleo y la salud, lo que lleva a los responsables políticos y trabajadores a tener que elegir. Sin embargo, esto no debería ser así y nadie debería tener que decidir entre su trabajo y su salud.

La socióloga francesa menciona que en Israel, al igual que en otros lugares, la piedra artificial se elabora en talleres pequeños. Esto puede ser un problema ya que el productor del material puede culpar fácilmente a los talleres por no seguir las normas de seguridad.

Después de que un juzgado en Vigo lo condenara a seis meses y tres días de prisión por imprudencia grave al no informar sobre los riesgos de su producto, Cosentino respondió diciendo que la responsabilidad de las medidas de seguridad para los trabajadores recaía en los talleres.

En dos décadas, se convertirá en un importante desafío para la salud en el ámbito laboral.

A pesar de que el uso del amianto está prohibido desde 2002, todavía se encuentra presente en algunas instalaciones antiguas. En cambio, el aglomerado de cuarzo sigue siendo fabricado y colocado sin seguir los protocolos adecuados, lo que preocupa a los investigadores debido a la ignorancia sobre los riesgos que implica su uso.

Alfredo Menéndez advierte que la silicosis sigue siendo un problema futuro debido a que hay muchos afectados y seguirá habiendo. El aglomerado de cuarzo tiene un proceso productivo en marcha con muchos años por delante, lo que podría generar un gran problema de salud laboral en el futuro si no se toman medidas. Por esta razón, ha tomado una parte activa en la investigación del problema.

Para solucionar la falta de información sobre los casos y enfermos de silicosis, se han analizado procesos asistenciales en el Sistema Nacional de Salud que han aumentado en los últimos años. Sin embargo, aún existen problemas para conocer las circunstancias de los pacientes, ya sea si son hombres mayores que trabajaron en minas hace décadas o jóvenes. El objetivo no es obtener una cifra exacta, sino cruzar datos para entender cómo funciona el sistema de protección social y las mutuas. Esto fue señalado por una socióloga francesa.

Según se menciona, la ausencia de información oficial detallada beneficia al productor.

La falta de datos es un gran problema que afecta tanto a la empresa Cosentino como al sector en general. Los investigadores señalan que la Asociación Internacional de Fabricantes de Aglomerado de Piedra Artificial y el responsable de comunicación de Cosentino se aferran a las cifras que les convienen para minimizar el problema. Además, utilizan las cifras del Instituto Nacional Silicosis, que no son completas.

Aunque el instituto tiene un nombre que sugiere que proporciona información a nivel nacional, en realidad solo recopila los casos que le llegan, lo que significa que no incluye todos los casos de España. Esto fue admitido por el propio organismo en su memoria.

El catedrático granadino cuestiona la afirmación de Cosentino de que su empresa es modélica. Según el sistema de Comunicación de enfermedades profesionales en la Seguridad Social (Cepross), en los últimos tres años han habido 95 casos oficiales relacionados con la empresa. El catedrático considera que esta cifra es alarmante y se pregunta si los trabajadores afectados y sus familias no importan para la empresa.

Menéndez utiliza el símil de disparar a la puerta de una fábrica y matar a cien personas para resaltar la magnitud de ciertas cifras. Se pregunta por qué estos datos no reciben más atención, pero reconoce que a menudo se pierden en informes como el seguimiento del PISA debido a que están desglosados en diferentes cifras.

En el conteo oficial de trabajadores, no se especifica si están empleados por Cosentino o no, pero sí se refleja si trabajan en una empresa con más de 500 empleados en el sector de corte y tallado y acabado en piedra, que es donde se registran los aglomerados de cuarzo. A través de la investigación, se puede deducir que muchos trabajadores provienen de la multinacional almeriense. Según Cavalin, un investigador involucrado en el tema, "lo que hacemos es arqueología" para encontrar datos precisos. Él y otro investigador creen que los casos conocidos son solo una pequeña parte del problema y desconocen cuántos casos más pueden estar ocultos.

Los fabricantes utilizan la estrategia de culpar a los pequeños talleres.

Según Alfredo Menéndez, la respuesta de la multinacional al afirmar que son los marmolistas quienes deben cumplir con las medidas de seguridad es algo común en otras empresas productoras de piedra artificial en todo el mundo. Sin embargo, él considera que esto no exime a las grandes empresas como Caesarstone e Cosentino de responsabilidad en el problema de la silicosis entre sus trabajadores. De hecho, si Cosentino fuera una empresa ejemplar, no tendría a 95 de sus trabajadores afectados por esta enfermedad. Aunque esta es la cifra oficial, es posible que el alcance real sea aún mayor.

Los productores de Silestone han anunciado que reducirán gradualmente el porcentaje de sílice cristalina en sus productos, del 92 al 50 por ciento. Sin embargo, los investigadores señalan una contradicción en esta estrategia, ya que si el producto no es nocivo, no habría razón para disminuir su contenido de sílice cristalina.

Según Menéndez, un experto en el tema del amianto desde hace décadas, la postura de la marca almeriense es similar a la que adoptaron los fabricantes de Uralita. El experto afirma que si se reconoce que el amianto es dañino, entonces no tiene sentido reducir la concentración de sílice ya que incluso en cantidades menores puede causar enfermedades como la silicosis. Además, se podría comparar esta situación con las tabaqueras y sus cigarrillos "light" que también siguen siendo perjudiciales para la salud.

El usuario podría experimentar posibles efectos negativos.

Los pacientes con silicosis creen que la única solución es dejar de producir conglomerados de cuarzo. Según Catherine Cavalin y Alfredo Menéndez, la situación podría cambiar si se confirma que esta piedra artificial afecta a las personas, como sugieren algunos estudios. "Si se demuestra que los conglomerados de cuarzo liberan partículas que afectan a los usuarios, eso sería un problema completamente diferente", explica Catherine Cavalin.

Según los expertos, un factor importante es cómo los consumidores han cambiado las actitudes empresariales. Además, se destaca la importancia de que la ciudadanía tenga conocimiento sobre el hecho de que algunos productos pueden ser peligrosos para los trabajadores que los fabrican y manipulan, aunque no representen riesgos para los usuarios finales.

Se advierte que no se debe confundir el marketing de una empresa con los datos objetivos sobre los efectos de trabajar con un material y su composición nociva. En el caso del Silestone y otras marcas de piedra artificial, se considera que esto ha sucedido.

En Australia se han tomado medidas para detener la importación de aglomerado de cuarzo y supervisar los lugares donde se manipula. Según Alfredo Menéndez, el gobierno y la sociedad australiana están más conscientes de este problema, lo que ha llevado a considerar la prohibición del material. Menéndez señala que aparte del sistema de vigilancia de la salud, que es muy diferente, en Australia también tienen presente la experiencia del amianto.

El recuerdo del peligro del amianto sigue siendo muy fuerte y no se puede permitir que vuelva a ocurrir. En Australia, el problema fue muy grave y se estima que hay alrededor de 4.000 muertes relacionadas con el amianto cada año. Esto ha generado una conciencia social y profesional entre los investigadores, lo que no se ve tanto en otros países como España. Por esta razón, en Australia han reaccionado de manera más efectiva ante un número menor de casos en comparación con España.

Durante casi cuatro años de investigación, Cavalin y Menéndez no han tenido contacto con la empresa. Aunque reconocen que en algún momento tendrán que establecerlo, creen que esto no les será muy útil para sus estudios.

Alfredo Menéndez afirma que lo que Cosentino puede ofrecer tiene poco recorrido y lo que realmente les interesa saber es cómo se han tomado las decisiones para establecer la composición exacta del producto. Esto está bajo secreto de patente, lo cual impide a los neumólogos conocer con precisión qué es lo que entra en los pulmones de los pacientes.

Según estudios científicos, se ha descubierto que el material analizado contiene sustancias dañinas como cuarzo, aluminio, cadmio, titanio y tolueno, que son productos cancerígenos. Estas sustancias se han encontrado en los nódulos silicóticos de los pacientes examinados por especialistas en Cádiz.

Se ha observado que la silicosis puede estar relacionada con enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, esclerodermia y lupus eritematoso sistémico. Además, en algunos casos puede derivar en cáncer pulmonar o tuberculosis.

Un problema que podría haberse evitado y que preocupa a los investigadores.

Catherine Cavalin afirma que las enfermedades profesionales son evitables, pero en este caso no se están implementando los mecanismos necesarios para prevenirlas. Esto es algo que afecta y rebela a las personas, y las hace participar con todo su corazón en la investigación. Es importante poner tanto la cabeza como el corazón en esta situación.

Alfredo Menéndez expresó su dolor al ver cómo una vida se arruina y se condena a la exclusión social, especialmente cuando se trata de personas jóvenes. Según él, esto es algo terrible.

Fuente: Crónica libre

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