La Interpol, esa Organización Internacional de Policía Criminal encargada de buscar al delincuente en un país distinto aprobó este miércoles el ingreso de Palestina en el organismo con un apoyo de gran parte de los países miembros. El gesto diplomático que fue celebrado como un éxito en Palestina no ha sentado nada bien en Israel.
Ha sido en Pekín, durante la 86 asamblea. Palestina contó con el apoyo de 75 países miembros, otros 34 países se abstuvieron y otros 24 votaron en contra, entre ellos Israel y Estados Unidos, que se opusieron desde un primer momento. Así desde ahora la Interpol le otorga a los agentes palestinos, el mismo reconocimiento en la organización que el que le da a la Policía israelí.
Así, el gobierno palestino tras felicitarse por el éxito dijo a través del portavoz de la OLP, Xavier Abu Eid :“Este es un momento de celebración para todos los que creen en el derecho del pueblo palestino a un Estado soberano e independiente”. ”Quienes se oponen son simplemente quienes están dispuestos a normalizar el control israelí sobre nuestras vidas y nuestro destino”, añadió.
Pero no fue el único, el ministro de Asuntos Exteriores palestino, Riad Malki, señaló en un comunicado que “el abrumador voto en apoyo de la membresía de Palestina es un voto de confianza en las capacidades de cumplimento de la ley de Palestina y en el compromiso a los valores centrales de la organización”.
Por otra parte, el primer ministro de Israel, Beniamin Netanyahu, mostró su rechazo a la decisión de la Interpol y aseguró que este paso “viola los acuerdos firmados con Israel”. “Las acciones de los líderes palestinos en los últimos días perjudican seriamente las posibilidades de lograr la paz.
Palestina, que en 2012 logró ser admitida como “estado observador” en la ONU, esperaba entrar a formar parte de la Interpol en el marco de su estrategia de lograr reconocimiento internacional ante el estancamiento del proceso de paz con Israel y la falta de perspectiva de un acuerdo entre ambas partes. También fue admitida como miembro por la Unesco en 2011 y la Corte Penal Internacional en 2015.
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