“No me incumbe –añade Jiménez-, aunque resulta claro cuál es su personalidad, que deje en mal lugar a sus técnicos e incluso a sus compañeros de partido en estos lares, a los que acusa abiertamente de mentir. Ellos al parecer se lo consienten. Teresa está dando los últimos coletazos de una planificación hidrológica política, con su peculiar dirección personalista. Y fue precisamente su testosterona junto con el proverbial y más que conocido exceso habitual de la misma de Page, los que tiraron por tierra las propuestas de su equipo técnico. Si la Ministra, inteligente como pocos, hubiera tirado de frialdad otro gallo nos cantaría. Pero la fe, en su caso ciega de ideología, entiende poco de frialdad. Y me parece bien, pero ahora tiene que asumir las consecuencias políticas de su decisión. Y la mentira, que se ha incrustado en el día a día de la acción política no le va a servir para eludir esas consecuencias”, precisa el responsable hídrico murciano.
Lucas Jiménez afirma que “los agricultores no somos políticos. Lo que mueve a agricultores y agricultoras, ojo, es el miedo a perder su empresa, su hacienda. Eso se llama adrenalina, no testosterona. Espero que Teresa, visceral a la par que inteligente y autoritaria, sea capaz de aceptar esto”, concluye el máximo responsable del Scrats.