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Periodistas y nomenclátor de Alicante / Francisco Poveda

Periodistas y nomenclátor de Alicante / Francisco Poveda

jueves 06 de abril de 2023, 09:58h
Periodistas y nomenclátor de Alicante / Francisco Poveda
El nomenclátor de las calles las convierten en parte de nuestra pequeña historia cotidiana local. La ciudad se proyecta así en nuestra forma de vida, creando una memoria colectiva en sus habitantes y visitantes tras reconocer a líderes sociales que hacen todos y cada uno ese relato sucesivo

El callejero se transforma pues en un medio de socialización esencial, con el cual se pueden difundir valores, ideas y sentimientos. En muchos casos, algunas calles son rotuladas mediante petición popular cuando el régimen político es democrático.

Al nombrar una calle se produce un “desplazamiento semántico”, se recubre con un significado novedoso un lugar físico que en si mismo no tiene significación simbólica alguna, según apunta el autor Fernando Sánchez Costa.
Si hablamos de personajes resistentes del tardofranquismo y luego animadores vitales del ahora denostado régimen del 78 en Alicante, estaríamos ante la creación de una cultura política y una cultura histórica que deberían influir con suficiente perspectiva en la elección del nomenclátor extenso del municipio. Y tal cual es el último caso.

Este pasado fín de semana, el Ayuntamiento de Alicante ha rotulado una gran glorieta en el distrito de la playa de San Juan con el nombre del legendario periodista gráfico Perfecto Arjones Ibáñez (1) tras desarrollar toda su vida profesional entre nosotros en amplios sectores de la sociedad, donde era más que conocido y apreciado por la ciudadanía desde hace más de medio siglo.
Pero no es el único caso ni el último que merecen un reconocimiento por parte de la comisión municipal de calles y el departamento de Estadística desde el mínimo conocimiento que se les supone sobre el who is who de la profesión periodística local de los últimos ochenta y dos años. Y ahí debe ayudar por su legitimidad, la precisamente más que centenaria Asociación de la Prensa-APA, con Rosalía Mayor al frente asistida de su junta directiva.

Reconozco que los periodistas profesionales hemos ido perdiendo influencia social conforme se ha ido debilitando el sistema de libertades públicas consagrado por la aún vigente Constitución, hasta eclosionar por el escandaloso comportamiento impropio de algunos compañeros durante el fiasco pandémico.

Y no debe consolarnos que aquí nos acompañen, con más que sobrados deméritos, médicos, enfermeras, farmaceúticos, políticos, militares, jueces y curas por no hacer su trabajo como se esperaba conforme a sus supuestos códigos deontológicos. Aquí lo dejo de momento.


La condición humana nos hace vanidosos y poco humildes hasta el final, casi sin querer. Por eso hay quienes desean trascender a su existencia terrenal con poca cosa (una vía pública), y quienes prefieren con el mismo derecho rechazar homenajes post mortem por la fuerte carga de hipocresía que pueden albergar en casos. Conozco de primera mano actas de manifestaciones ante notario rechazando todo tipo de lisonjas públicas oportunistas tras cambiar de dimensión temporal el actor de la comparecencia.
No obstante, hasta la fecha periodistas alicantinos de raza como Asunción Valdés, Francisco Bas Mingot, Pirula Arderíus y Rafael González Aguilar hace tiempo que tienen rotulada una calle en Alicante mientras otros dos más modestos, antes de morir esperaban respectivamente ser nombrado uno hijo adoptivo y el otro ver dedicada una vía de la ciudad, quizás más como ex-alcalde (el único sin ese reconocimiento hasta la fecha) que como abogado o periodista.

Desde luego, si a mí me correspondiera asesorar al alcalde sobre nuevos nombres y prioridades comenzaría por susurrarle el de José Vidal Masanet, precisamente maestro reportero indiscutible de Arjones y de Arderíus, y el mejor hasta hoy de los mejores periodistas que en Alicante han sido. Nacido en Albany (N.Y.) de padres alicantinos, se graduó en Periodismo por la Universidad de Columbia. Compartí con Pepe cinco años inolvidables (1976-1981) cuando yo era muy joven y él muy sabio. Para mí sigue siendo aquí el gran referente.

Y entre esa nobleza del Periodismo alicantino senior con más clase no me olvidaría dar preferencia para el nomenclátor a Luis Garrigós, Luís Seguí, María Rosa García Mirasierras (reciente socia de honor de la APA), Mario Sierra, José María Perea, Ramón Gómez Carrión, Juan José Pérez Benlloch (valiente director del periódico Primera Página) e Isidro Vidal, ex presidente legendario de la Asociación de la Prensa, nuestro representante en la FAPA (Federación de Asociaciones de la Prensa de España) y artífice del éxito empresarial de la Hoja del Lunes al alcanzar su máxima tirada histórica bajo su gerencia.

También con méritos más que de sobra le citaría al señor Barcala los nombres de Benjamín Llorens, José Emilio Munera, Gloria de Nova, Mari Carmen Raneda, Luz Ballesteros, Tomás Ramírez, Joan Vicent Hernández, José Vicente Botella, Angelín García, Mariano Soriano, Rafael Rodríguez, José Luis Marchante, Gonzalo Sánchez Agustí, Carlos Arcaya, Manolo Cerdán y Enrique de Diego, por el que siento un gran aprecio personal ante su coraje en los complejos tiempos presentes.

Pero todavía recuerdo a algunos otros con el que nuestro nomenclátor debería ser más que justo, ejemplos de Enrique Entrena, Juan Gerona, Francisco Rodríguez Martín, Blas de Peñas, Manuel Mira Candel, José Antonio Casinos Rhoso, Victoria Matesanz, Miguel Hernández, Manuel Hostalet, Antonio Balibrea, José Luis Lobo y Juan Bautista Rodríguez. Hasta Belén Carretero, nuestra secretaria en la Asociación de la Prensa desde finales de los años 70, no debería quedar fuera.

Y para finalizar y, sin prejuicios de ningún tipo, reconocería en el nomenclátor la aportación al Periodismo alicantino de grandes figuras que dirigieron por etapas el diario Información como José María Bugella, Emilio Romero, Dámaso Santos, Luis Pérez Cútoli, José Cirre, Gregorio Romero de Viciens, Timoteo Esteban Vega y Enrique Martínez Ballester; lo admito, mi gran padrino profesional desde mis prácticas en Levante.

Algunos más, con iguales o más méritos incluso, se me pueden haber pasado involuntariamente por mi ya incipiente flaca memoria pero de manera consciente he omitido, y no voy a dar sus nombres ni a sacar del armario en su caso, a groseros impostores, mercenarios de falsa bandera, propagandistas vergonzantes, agentes ideológicos o confesionales encubiertos; todos por sus motivaciones ocultas y conocidas conductas sectarias.
Deseo la misericordia divina para los que ya no están entre nosotros y el sincero arrepentimiento a tiempo de quienes saben que a ellos me refiero. Se han ganado a pulso no integrar esta lista de mujeres ilustres y hombres honestos, que siempre tendrán todo mi respeto y, más pronto que tarde, espero, igualmente el de la ciudad de Alicante en su creciente y diversa trama urbana.

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