nuevodiario.es
“MUJER Y LITERATURA, UN SOMERO REPASO EN EL TIEMPO”, por  Sonia Mª Saavedra de Santiago

“MUJER Y LITERATURA, UN SOMERO REPASO EN EL TIEMPO”, por Sonia Mª Saavedra de Santiago

jueves 09 de marzo de 2023, 09:06h
“MUJER Y LITERATURA, UN SOMERO REPASO EN EL TIEMPO”, por  Sonia Mª Saavedra de Santiago
Hace un año, con motivo de la celebración del 8 de marzo, me invitaron a dar una conferencia sobre “Literatura y mujer” en la sede de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Cartagena. Ayer, en una publicación para DLM reivindiqué todos los días del año como día de celebración para hombres y mujeres. Hoy, para hablar del papel de la mujer en la Historia podría sacar tantos hilos de exposición y debate como los hay para los hombres, pero me centraré en algo que me resulta más familiar: “LA MUJER EN LA LITERATURA”.

HABLAR DE “LA MUJER EN LA LITERATURA” no es sólo tratar la cuestión de mujeres escritoras sino también del papel de la mujer como inspiración, como ideal de belleza, como personaje o, Incluso, como título de novelas inolvidables (Emma, Tristana, Fortunata y Jacinta, Matilda, Pepita Jiménez, La tía Tula, Rebeca, …)

Si realizamos un recorrido en el tiempo, podríamos remontarnos hasta el siglo IV y a la noble Egeria, una aristócrata romana que dejó testimonio de sus peregrinaciones a Tierra Santa en varias cartas enviadas a un grupo de amigas de su Gallaecia natal.

Algo más lejos en el tiempo y en el espacio descubrimos en el Japón del siglo XI a Murasaki Shikibu, cuya obra Genji Monogatari está considerada por muchos como la primera novela de la historia.

También en la Eda Media, desde el siglo XI hasta el XIV, en el Sur de la Península Ibérica se cultivan “LAS JARCHAS”, composiciones líricas cortas que ponen en la voz de una mujer el lamento por la lejanía del amado. Quizás su anonimato tenga nombre de mujer. ¿Por qué no?

Entre los siglos XIV y XV (y de ello existen testimonios en los Países Bajos) hubo mujeres ESCRIBANAS o ESCRIBAS en unos momentos en que el pueblo analfabeto acudía a estos profesionales para establecer contactos amistosos, amorosos o comerciales. También en este periodo, pero en Venecia, Christine de Pizan ha sido considerada la primera escritora profesional de la historia.

En el siglo XVI brilla con luz propia la figura de Santa Teresa de Jesús, de quien Unamuno dijo que para qué queríamos meditar sobre la Razón Pura teniendo en España a Santa Teresa. ¿Y qué me dicen de las que, precisamente en España, fueron, probablemente, las primeras alumnas universitarias del mundo? Me refiero a Beatriz Galindo y Lucía de Medrano, esta última considerada como la primera mujer que dio clases en una Universidad y, concretamente, en las aulas de la Universidad de Salamanca.

En el siglo XVIII, la racionalidad de la Ilustración pretende construir una sociedad nueva en la que las mujeres cobran importancia en el ámbito del pensamiento, la literatura, la filosofía y la ciencia. Los nombres de Mary Wollstonecraft en Inglaterra y Olympe de Gouges en Francia destacan como grandes defensoras que fueron de los derechos de la mujer, si bien es cierto que, en España, cincuenta años antes, en 1726, el padre Feijoo publicó su Teatro crítico en el que combate los prejuicios contra las mujeres dejando claro que hombres y mujeres son seres racionales que tienen las mismas capacidades.

El siglo XIX resultó definitivo para las mujeres y asistimos a una explosión de nombres en femenino como Jane Austen y Mary Shelley en Gran Bretaña, Emily Dickinson en EEUU, María de Heredia en Francia; Rosalía de Castro y Emilia Pardo Bazán en España, que no serían más que el preludio de una sociedad que se negaría a ser analfabeta y que en el siglo XX vendría de la mano de Virginia Woolf , Gabriela Mistral (primera Hispano-americana que ganó el premio Nobel de literatura), Simone de Beauvoir, Agatha Christie ( que ocupa el tercer lugar en ventas después de La Biblia y las obras de Shakespeare); Harper Lee, que con su Matar a un Ruiseñor ganó el Premio Pulitzer en 1961 o las Premio Nobel Pearl S. Buck, Nadine Gordimer, Toni Morrison, W. Szymborska, Doris Lessing y la canadiense Alice Munro.

Si del panorama internacional nos centramos en España vienen nombres y más nombres como los de aquellas poetisas de la Generación del 27 que tuvieron la “osadía” de quitarse el sombrero en plena Puerta del Sol junto a Lorca y Dalí: Concha Méndez, Rosa Chacel, Margarita Manso, María Zambrano…

Junto a ellas, con el tiempo, aparecen cada vez más autoras: Gloria Fuertes, María Moliner, Carmen Laforet (Primer Premio Nadal en 1944), Carmen Conde (Primera mujer académica de la RAE), Ana María Matute (Premio Cervantes en 2010), Carmen Martín Gaite, Cristina Cerezales, Carmen Riera, Marta Rivera de la Cruz, Elvira Lindo… Son tantas…Y por eso precisamente, porque somos muchas las mujeres que leemos y escribimos hemos de destacar la necesidad de dar visibilidad y reivindicar la importancia de todas aquellas que no sólo brillan en ese papel sublime de lectoras convertidas en protagonistas de historias, en críticas literarias y en canales de la cultura sino también en autoras. En nuestras manos está, pues, consumir literatura y consumir literatura femenina de calidad, pues los datos y los hechos hablan por sí solos. Perseveremos.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios