Esta reflexión iba a tenor del consenso y respaldo obtenido por las centrales sindicales, CSIF y UITA para con la denuncia realizada por CCOO en la que desmantela y pone en evidencia los desmanes de la dirección de VEIASA con la connivencia de la central UGT y las manipulaciones de los Juanma del PP.
Hay momentos en que uno se aburre de anunciar “que viene el lobo” y pocos hacen caso, o por el contrario otros “miran para otro lado”;
Pero, aunque en cada momento, a pesar de la ilusión y la esperanza colectiva que en el último periodo generan los comunicados de CCOO en VEIASA, nos encontramos con las manipulaciones, las mentiras, la insolidaridad y las deslealtades del obseso de los videos, que nulo favor hacen a los trabajadores públicos y nos da de bruces con una realidad absolutamente prescindible.
A pesar de ello, me ha sorprendido gratamente el comunicado realizado por UITA y publicado en Nuevodiario, a tenor de estos desmanes realizados por los Juanma del PP en connivencia con la UGT de los videos, y que ahora que tienen la mayoría política, vamos a ver, no sólo las orejas al lobo, sino, sus colmillos, por desgracia tarde, aunque nunca se puede tirar la toalla, siempre hay una oportunidad, pero, hay que abrir la mente, ser valientes y pensar de forma sensata por personas sensatas y decentes.
En este sentido los sindicatos, sean de las siglas que sean, su fin primordial es la defensa de sus representados y no de los intereses particularistas o egóicos, ni los intereses de los políticos de turno, ni esperar recibir “la palmadita en la espalda” de la Dirección de la empresa, de, ¡qué bien lo has hecho!
Un símil remar.
El Remar, es algo que actualmente solo se ve en las competiciones olímpicas o en ciertas regiones como el país vasco; existen varias modalidades, pero la que me interesa exponer es la modalidad de ocho remeros y un timonel; son embarcaciones relativamente grandes que necesitan una gran habilidad y astucia para alcanzar su máximo rendimiento.
En la antigüedad, en los galeones o las galeras no se remaba voluntariamente, sino, a golpe de latigazos, y además era una condena.
Salvando la historia, un barco a remos tiene que hacerlo en coordinación perfecta, ya que, si no es así, este no avanza por muchas personas que remen y pongan interés.
La RAE en la segunda acepción de remar la define como: Trabajar con continua fatiga y gran afán en algo. Aquí parece ser que quien ha trabajado con gran afán y en este caso “sin fatiga” gracias a algunos representantes de UGT, han sido los Juanma del PP.
Siguiendo con el símil el grupo de remeros, juntamente con el timonel o patrón conforma una sola unidad, aun siendo todos diferentes, aúnan sus fuerzas y sus habilidades para conseguir una finalidad “avanzar lo más rápido posible hacia una meta”. Desgraciadamente esto a nivel sindical se ha perdido (también a nivel político) porque cada uno “va a lo que va” “a lo suyo” desbancar al remero que tiene a su lado, sin ser consciente que al hacerlo las consecuencias son de gran calado, ya que perjudica el fin por el que se afana, “la defensa del interés de los trabajadores y trabajadoras”.
A mi modo de ver, y también de varios doctores en ciencias políticas en sus análisis de las razones del por qué se ha ido “desprestigiando a las centrales sindicales” entre muchas causas hay una que predomina “el nivel de institucionalización que han alcanzado, alejándose progresivamente de la realidad de los trabajadores y trabajadoras, para mantener su estatus económico viviendo en un estado de esquizofrenia” por un lado, algunos quieren seguir bajo el auspicio de “Papa Estado” o Dirección de la Empresa y por otro lado, quieren salir a las calles para reivindicar los intereses de los trabajadores y trabajadoras donde ya a muchos “no se les escucha y como en VEIASA tienen la credibilidad perdida”.
¿Qué hacer?
La respuesta se encuentra ante un gran dilema de fondo, los sindicatos, al menos los mayoritarios, sus delegados y responsables en los centros de trabajo como VEIASA se les debería exigir coherencia, lealtad, solidaridad, transparencia y dignidad y atreverse a perder, algunos, sus privilegios para ganarse a la ciudadanía.
Aun siendo absolutamente necesarios los sindicatos como elemento de reequilibrio en la correlación de fuerzas empresa trabajadores, hay quienes llevan mucho tiempo viviendo y peleando por su subsistencia y puestos, olvidándose de la ciudadanía sin trabajo, preocupándose solamente de los trabajadores estables frente a los precarios.
La unidad en la acción.
Por último, quiero traer aquí un breve texto entresacado del libro escrito por Darío Ergas Benmayor, chileno de nacimiento activista en el Movimiento Humanista, en su libro titulado La unidad en la acción refiriéndose al Cambio expresa:
“El cambio en las materias humanas no se puede forzar. Es decir, se puede, pero las consecuencias son nefastas y las cosas regresan a situaciones peores de las que partieron. Tiene que ser querido, íntimamente querido, con la fuerza de la necesidad. Esa necesidad es precisamente salir del sufrimiento y la violencia. Pero, en el fondo, considero que sus causas no tienen que ver conmigo, siempre hay a quién culpar por lo que me pasa, o una razón urgente que esconde el hastío de la rutina, o una justificación para la violencia que ejerzo…
El gran cambio es despertar de la pesadilla del sufrimiento y de la violencia que está en mí y alrededor mío. Es generar condiciones sociales de libertad, justicia y equidad para que todos podamos despegarnos del penoso estado actual. Es convivir con una mirada más interna al yo habitual que, mientras este actúa, permanece en contacto con un centro interno sin perderse de sí. Es reconocer esa misma posibilidad en ti y tratarte en consecuencia.”
Espero sirva para un detenernos y vislumbrar hacia dónde nos encaminamos en esta carrera despiadada. Y que “todos y todas” se aúnan en una dirección que merezca la pena todo ese esfuerzo que hay que realizar.
Si (
No(
