En VOX se afirma que no se va a condenar a los ganaderos, agricultores y pescadores, y sí condena a las políticas globalistas de la Agenda 2030 que “mandan a estos sectores a la ruina y a la desesperación”.
Además, desde este partido se rechaza cualquier tipo de violencia, venga de donde venga, y se destaca que, “entre los ganaderos que se manifestaban, había personas que llevaban seis años esperando a que la Comunidad Autónoma terminara de tramitar sus expedientes y ahora se ven desahuciados”, ha comentado la edil, quien además ha pedido empatía para entender la desesperación de unos trabajadores que empiezan a verse privados de su medio de vida.
“Nuevamente el consenso de todos los partidos políticos coincide en criminalizar a los ganaderos y tacharlos de delincuentes. Desde el Presidente del Gobierno regional, el delegado del Gobierno hasta la Alcaldesa de Puerto Lumbreras, quienes condenan y exigen que se condene la violencia ejercida por los ganaderos el pasado lunes”, ha matizado Menduiña, quien considera que lo ocurrido antes del pleno fue de desesperación: “Los actos acaecidos fueron fruto de la desesperación de los trabajadores de un sector estratégico para el municipio, que ven cómo a partir de ahora se les niega el derecho a trabajar.”
Desde VOX se critica que, a las cesiones hechas por los ganaderos en cuanto a distancias de núcleos urbanos, se le suman una serie de exigencias impuestas por la Comunidad Autónoma y por el Estado que condenan a la extinción del sector.
Asimismo, estudios de tráfico a veinte años vista, objetivos de calidad acústica, planes de lucha contra el cambio climático, medidas de adaptación a la aridez, incorporar energía solar fotovoltaica, medidas correctoras sobre la incidencia en el paisaje y muchos más son los impedimentos a los que se presentan. “Se trata de una normativa incumplible cuyo único fin es hacer imposible la actividad ganadera en el municipio y en la Comunidad Autónoma”, ha sentenciado la portavoz del GM en el Ayuntamiento de Lorca.
“Vamos a empezar a hablar de desesperación, de frustración, de impotencia; de gente noble, trabajadora y sencilla, incapaz de hacer daño, que con sus manos se ganan el pan y con sus manos intentan defenderlo”, ha concluido Carmen Menduiña.