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“QUE BASTINAZO PICHA”, por Juan Saborido trabajador de VEIASA-ITV

“QUE BASTINAZO PICHA”, por Juan Saborido trabajador de VEIASA-ITV
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“QUE BASTINAZO PICHA”, por Juan Saborido trabajador de VEIASA-ITV

Esta es una expresión popular propia del gaditano que hace referencia a algo grande o algo que se sale fuera de lo normal, y quiero indicarla como comienzo de este articulo para referirme a los últimos acontecimientos que están ocurriendo con las empresas públicas, entre las que se encuentra VEIASA, desde que el Gobierno Andaluz cambio de “régimen” con la entrada del PP, Cs y VOX.

“QUE BASTINAZO PICHA”, por Juan Saborido trabajador de VEIASA-ITV

Históricamente podemos decir que siempre ha habido cambios con la entrada de distintos regímenes políticos, la mayoría de ellos por intereses partidistas más que por beneficios de aquellos a los que representaban, aunque se quisieran enmascarar como “un bien para los ciudadanos”.

Voy a intentar, primero definir que es un sector privado y que es un sector público para que entendamos la diferencia: el sector privado es la que toda su economía se basa en el lucro de su actividad para un bien particular ya sea de una persona o de un conjunto de personas, sea cual sea y al costo que conlleve, y que por tanto no está controlada por el Estado. Por el contrario. las empresas que pertenecen al estado, forman parte del sector público cuya función es satisfacer los intereses colectivos y por tanto no tienen como fin la satisfacción lucrativa particular sino la general. Por ello está constituido por el Poder Ejecutivo, quien ejecuta las normas, el Poder Legislativo, que hace las leyes, y el Poder Judicial, que sanciona.

Dentro del sector público se encuentra El Sector Público Instrumental, que se encuentran bajo la dependencia o vinculación de una Administración Pública, estos son los siguiente entes: los organismos autónomos, las entidades públicas empresariales, las sociedades mercantiles públicas, las funciones del sector público y los consorcios; las dos primeras son organismos públicos de carácter institucional con personificación pública, los otros dos son organismos de titularidad pública de naturaleza institucional con personificación privada y los consorcios tienen la consideración de entes de naturaleza corporativa de base asociativa con personificación pública.

Presentado, en su contexto y definido las diferencias entre un sector y otro, expondré un breve recorrido histórico de los distintos procesos.

Tras la Segunda Guerra Mundial y al repartirse Europa en partes, por los vencedores, los gobiernos de algunos países decidieron fomentar el sector público en detrimento de lo privado, ya que había que reconstruir una Europa destrozada, sobre todo en los países del régimen comunista se produjeron grandes procesos de nacionalización donde prácticamente toda la actividad económica del país se producía a través del sector público.

Es a partir de 1980 cuando en España el peso del sector público, dentro de la actividad económica, comienza a modificarse trasvasándose poco a poco al sector privado, y es en 1991 cuando comienza una feroz privatización del sector público, desde 1992 a 1995 se privatiza Telefónica, Repsol, Argentaria, Enagás y Endesa y los comienzos del siglo XXI por el PP. Este “desmantelamiento” de lo público traerá consecuencias en la forma de vida de los ciudadanos. Como es la etapa del “Aznarismo” donde se privatizaron las grandes empresas españolas de la generación eléctrica y de combustibles y el boom de la construcción creándose una gran burbuja que termino estallando y hundiendo la economía española y ahora el Juanma y el Marín quieren privatizar VEIASA la mejor y más rentable empresa pública andaluza y sobre todo que realiza una labor inspectora que considero debe estar siempre en manos de la administración y aun más cuando afecta a la seguridad vial y medioambiental.

En este sentido expongo un apartado de un artículo publicado en la revista Notario del siglo XXI en la que expone “la privatización de servicios público” por el Notario de Madrid Segismundo Álvarez Royo Vilanova:

Es absurdo negar que en determinados sectores la competencia no pueda ser un estímulo para la eficiencia, o que el estado no pueda subcontratar determinadas parcelas no esenciales de algunos servicios públicos ganando en flexibilidad y eficiencia. Pero es aún más claro que no cualquier servicio público puede dejarse en manos privadas, y que las empresas privadas no son siempre más eficientes.
Tanto en el proceso de privatización como en la prestación del servicio, se ha visto que la clave del éxito no está en el “laisser faire” sino en el adecuado control. El estado tiene que ser suficientemente fuerte para ejercer un control sobre la competencia de empresas privadas y sobre sus propios órganos. Solo si existe transparencia, objetivos de servicio y calidad claros y medios para exigirlos, podrá ser un éxito la privatización

Vuelvo a recalcar que las autonomías no son “Chiringuitos de nadie” para hacer con ellas lo que al político de turno le plazca, ni se puede quitar un chiringuito para montar otro de distinto “calado” tal como expresaba el actual presidente de la Junta de Andalucía, para utilizar al sector público como “arma arrojadiza” para desbancar o posicionarse ante otro partido; ya que cuando se gobierna de este modo, no es sólo moral y éticamente reprobable sino que queda deslegitimado que es una injusticia y un despropósito contra la ciudadanía. Los servicios públicos no pueden ser puestos en manos de personas que sólo pretenden el lucro a costa de lo que sea.

Deseo terminar con esta sentencia del TAO TE KING (81) por si alguno desea reflexionar sobre su contenido, ya que hoy veo que hay muy pocas personas capaces de reflexionar ante de hablar.

“Las palabras sinceras no son agradables, las palabras agradables no son sinceras. Las buenas personas no son discutidoras, las discutidoras no son buenas. Las personas sabias no son eruditas, las eruditas no son sabias. El sabio no toma nada para acaparar, cuanto más vive para los demás, más plena es su vida. Cuanto más da, más nada en abundancia. La ley del Cielo es beneficiar, no perjudicar. La Ley del Sabio es cumplir con su deber, no luchar contra nadie.”
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