Las 13,32 horas del Jueves 22 de Abril de 2021 permanecerá para siempre en la memoria de la Armada Española tras ponerse a flote en el Astillero cartagenero de Navantia el primer submarino de la Serie 80, el “Isaac Peral”, que luce el numeral S-81 en su costado. En este punto horario la Princesa de Asturias, Leonor de Borbón, acompañada por su padre el Rey Felipe VI rompía la cinta inaugural y el lanzamiento de la botella de vino especialmente embotellada para esta ocasión contra el casco del nuevo buque. En la ceremonia también estuvieron presentes la Reina Letizia y la Princesa Sofía, así como autoridades civiles y militares, entre ellas la Ministra de Defensa, Margarita Robles, el Presidente de Murcia, Fernando López Miras, el Delegado del Gobierno, José Vélez, la Alcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón, el Jemad, Teodoro E. López Calderón, el Ajema, Antonio Martorell Lacave y el Almirante de Acción Marítima, Juan Luis Sobrino.
La llegada de la Familia Real al Astillero cartagenero de Navantia tenía lugar, entre fuertes medidas de seguridad, pasadas las 12.30 de la mañana, procedentes del Aeropuerto de San Javier. La Familia Real recorrió las instalaciones de Navantia hasta llegar al lugar donde se encontraba situado el S-81 “Isaac Peral”, engalanado para la ocasión.
El breve acto comenzó con la intervención del Presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, quien agradeció la presencia real, especialmente a la Princesa Leonor por ser la madrina del acto. Domínguez afirmó que “estamos ante un hito histórico para la Armada y la Defensa Nacional por representar el mayor reto tecnológico de la industria de Defensa, lo que permite gozar de una soberanía estratégica en un reducido grupo de países capaces de construir un submarino, que en este caso ha supuesto más de tres millones de horas de construcción”.
El directivo de Navantia resaltó también la importancia de contar con “la US Navy como importante socio tecnológico. El S-81 es el submarino convencional más avanzado del mundo, con una enorme proyección internacional en el extranjero. Navantia ha construido 27 buques, creando un ecosistema industrial sólido y consolidado que mira al futuro, generando riqueza, empleo, capacitación y excelencia tecnológica. En la ciencia y la innovación está nuestro futuro”, concluyó el Presidente de Navantia no sin antes recordar la figura de Isaac Peral.
También intervino el Ajema, Antonio Martorell Lacave, quien señaló que la puesta a flote “es una ocasión alegre para la Armada” para seguidamente agradecer y reconocer la asistencia de los monarcas y altezas reales. El agradecimiento también fue extensivo a todos los predecesores en Armada y Navantia. Se cumple un hito trascendente en un programa vital para la defensa e industria de España. El Ajema afirmó que el nuevo submarino “aporta a la Armada los medios que le hacen relevante internacionalmente” indicando que “aún quedan retos como son las pruebas de mar”.
La última intervención fue protagonizada por la Ministra de Defensa, Margarita Robles, que puso de manifiesto la fecha de esta ceremonia y homenajear a todos los fallecidos por el virus y a quienes lo sufren actualmente.” Las Fuerzas Armadas es una gran familia. Gracias al esfuerzo de los trabajadores de Navantia por todos los momentos difíciles y complicados que han servido para que hoy estemos aquí”. Las gratitudes se extendieron a la Secretaria de Estado de Defensa y antecesores, a la Armada por “poner todo de su parte, y especialmente al JEMAD y AJEMA, así como a los miembros del Arma Submarina y a los ciudadanos de Cartagena”. Robles recordó que “España es un gran país que sufre pero que se alegra cuando las FAS son cada día más potentes. Este Submarino es futuro. Cuando la Armada celebra algo lo celebramos todos y España se siente orgullosa y satisfecha como me siento yo”, concluyó Robles.
Otro momento de la puesta a flote fue la bendición del submarino por el Ordinario Castrense de España, siguiendo la fórmula habitual en estos casos, tras lo cual el Rey y la Princesa se aproximaron al submarino para que la heredera rompiera la cinta y lanzar la botella de vino contra el casco. El reloj marcaba las 13,32 horas al tiempo que sonaban las bocinas y los aplausos de los asistentes, sonando el Himno de España. La última imagen se produjo con la fotografía de la Familia Real junto al Submarino.
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