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PARADORES LANZA UNA TARIFA ESPECIAL PARA PEREGRINOS DEL CAMINO DE SANTIAGO

PARADORES LANZA UNA TARIFA ESPECIAL PARA PEREGRINOS DEL CAMINO DE SANTIAGO
viernes 19 de marzo de 2021, 12:19h

Es la primera vez en la historia que el Año Jubilar se celebra dos años seguidos a causa de la pandemia. Con este tipo de acciones Paradores se suma a la dinamización turística del Xacobeo como motor de recuperación emocional y económica.

Paradores pone en marcha una promoción especial para los peregrinos con motivo del Xacobeo en 2021 y 2022. Es la primera vez en la historia que el Año Jubilar se celebra dos años seguidos a causa de la pandemia. Con esta tarifa Paradores se suma a la dinamización turística del Camino de Santiago como motor de recuperación emocional y económica.

Aquellos peregrinos que realicen el Camino cuentan con un 15% de descuento sobre el precio del alojamiento y desayuno de la Tarifa Parador, así como en restaurante y cafetería, para estancias máximas de tres noches consecutivas en el mismo parador y no es válida para grupos.

Los paradores incluidos en esta promoción ofrecen un Menú Peregrino a 20€ en sus restaurantes y 18€ en los “Enxebres” (excepto el de Santiago de Compostela y algunas fechas concretas de puentes y festivos) en servicio de almuerzo, bebidas no incluidas. Los peregrinos no alojados que quieran desayunar en un parador también cuentan con un descuento del 15% sobre la tarifa. Para beneficiarse de esta promoción, los clientes deberán presentar a su llegada al establecimiento la Credencial Oficial del Peregrino conformada o, en su caso, la Compostela.

Los Paradores que ofrecen estos descuentos a los peregrinos son:

Baiona, Lerma, Sos del Rey Católico,Benavente, Limpias, Santo Domingo Bernardo,Cambados, Monforte, Santo Domingo Calzada, Cangas de Onís, Olite, Santo Estevo, Castillo Monterrei, Pontevedra,Tordesillas, Ciudad Rodrigo,Puebla, Tui, Corias, Ribadeo, Verín, Costa da Morte (Muxía), Salamanca, Vilalba, Ferrol, Santiago, Villafranca,Gijón, Santillana del Mar, Zamora,Hondarribia, Santillana Gil Blas.

Los españoles confían en Paradores

Paradores fue la única gran cadena hotelera española que reabrió todos sus establecimientos tras la desescalada el año pasado. La compañía pública siempre ha sido un referente en materia de calidad y fiabilidad y, ahora más que nunca, ha extremado las medidas de limpieza y desinfección en todos sus establecimientos. El hecho de que la mayoría de sus establecimientos se sitúe en lugares apartados, lejos del turismo masificado, así como el tamaño de sus hoteles, casi todos medianos o pequeños, facilita la implantación rigurosa de los controles de seguridad e higiene para convertirlos en el lugar turístico más seguro.

En un año marcado por la caída del turismo extranjero y las restricciones de movilidad en nuestro país, los españoles confían en Paradores. La cadena hotelera ha sido reconocida como la marca con mayor reputación de España en 2020 y la hotelera con mejor reputación del mundo, siendo la única empresa española que entra el “top” de las 10 marcas internacionales con mayor reputación, según Brand Finance, firma internacional independiente de valoración y estrategia de marcas.

La confianza y respaldo de los clientes nacionales en Paradores se reflejan en que es la marca más recomendada por quienes la consumen, según el V Informe de Estado de Madurez de la Experiencia de Cliente en España, elaborado por la Asociación para el Desarrollo de la Experiencia de Cliente (DEC) y la consultora estratégica Bain&Company. El producto/servicio de Paradores supera las expectativas de sus clientes y mantiene con ellos una vinculación emocional por encima de la media.

EL PARADOR DE MANANZARES CUMPLE 90 AÑOS

El 12 de Marzo de 1931 abría sus puertas el Parador de Manzanares. El primero de una red hostelera formada por 12 pequeños e idénticos inmuebles situados en puntos estratégicos del “Circuito Nacional de Firmes Especiales”: Manzanares (Ciudad Real), Bailén (Jaén), Quintanar de la Orden (Toledo), Benicarló (Castellón), Aranda de Duero (Burgos), Almazán (Soria), Medinaceli (Soria) La Bañeza (Léon), Triste (Huesca), Antequera (Málaga), Puebla de Sanabria (Zamora) y Puerto Lumbreras (Murcia).

El Parador de Manzanares se ha ampliado y mejorado mucho desde entonces. Hoy es un hotel que acaba de obtener su cuarta estrella y que se ha convertido en parada obligada para el descanso del viaje o punto de partida para visitar el Parque Nacional de Cabañeros, las Lagunas de Ruidera y las Tablas de Daimiel. Sus clientes valoran la tranquilidad, el trato familiar y cercano de su equipo, y su gastronomía local, así como los protocolos de seguridad anti COVID puestos en marcha desde el año pasado.

Actualmente, el Parador de Manzanares promociona el turismo local con una oferta especial para residentes. Una tarifa que ofrece habitaciones doble estándar para una o dos personas desde 67€ por noche (desayuno opcional) mientras continúen vigentes las actuales restricciones de movilidad. Además de la cama supletoria gratuita para menores de 12 años, la oferta incluye un 20% de rebaja sobre la carta del restaurante (bebidas no incluidas) o la posibilidad de disfrutar de una habitación superior por un pequeño suplemento por noche. Pueden beneficiarse de esta promoción aquéllos vivan en la localidad, provincia o región donde se encuentre un parador cercano, teniendo siempre en cuenta las restricciones marcadas en la comunidad autónoma.

El albergue de Manzanares

En 1928 dos jóvenes arquitectos, Carlos Arniches y Martín Domínguez, presentaron su idea de “albergue-refugio automovilista” al concurso convocado por el Patronato Nacional de Turismo y lo ganaron. El edificio era un modelo estandarizado, que conjugaba la vanguardia europea con la tradición vernácula, de construcción rápida y económica, pensado para dar servicio a los automovilistas en ruta de aquella época. Su ubicación debía ser visible y reconocible en los dos sentidos de la circulación, cerca de la carretera. Albergues de 8 habitaciones (12 plazas), con surtidor de gasolina, lavadero y otros servicios anexos para que los primeros automovilistas hicieran un alto en el camino.

Los avatares históricos los dotaron durante la guerra de otros usos como hospitales de sangre y cuarteles ocasionales, como el caso de Manzanares.

Los albergues de carretera pronto sucumbieron a su propio éxito al quedarse rápidamente pequeños en relación con su demanda. El desarrollo del trazado de la red de carreteras, la evolución del turismo y el avance tecnológico del automóvil determinaron la reorganización de la estructura inicial de la red de albergues y la reconfiguración arquitectónica de sus edificios.

En los años cuarenta los arquitectos de la Dirección General de Turismo, Manuel Sainz de Vicuña y José María Muguruza Otaño, se encargaron de diseñar la ampliación de todos ellos de forma estandarizada aumentando el número y tamaño de las habitaciones, dotándolas de baños independientes, zonas de aparcamiento y ampliación del comedor. Esta sería la primera ampliación del albergue de Manzanares, donde se reutilizaron las zonas de servicio, que se desplazaron a un anexo; posteriormente, dos ampliaciones sucesivas con pabellones mantuvieron el concepto original de arquitectura moderna, denominándose desde entonces “parador” en los años 60.

A partir de la última década del siglo XX, las reformas enmascararon la modernidad arquitectónica con el estilo regional de la casa manchega dotándole de un porche y las solanas de madera de las habitaciones tan identificativas del Parador de Manzanares. Aun así, el primitivo albergue se conserva en la trasera del parador, como recuerdo del pretérito tiempo en que el turismo era exclusivo de una élite social que descubría la libertad del viaje en automóvil.

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