La Constitución española de 1978, es el resultado del consenso de las fuerzas políticas democráticas, zanjó definitivamente las heridas abiertas desde julio de 1936.
Artículo 13- Derechos de los extranjeros. Los extranjeros gozarán en España de las libertades públicas que garantiza el presente título de los términos que establezcan los tratados y la ley…
España es la puerta de Europa y como otros países de Occidente, se está poblando de inmigrantes procedentes de países más pobres en busca de una vida mejor, España se ha convertido, en un país receptor de inmigrantes subsaharianos y latinoamericanos, de hecho en nuestro país hay mayor tasa de natalidad, aumentando la población joven.
La marcha hacia lugares desconocidos en busca de un puesto de trabajo, que aseguraran algo tan elemental como la supervivencia, ha sido una característica de muchos pueblos entre ellos el español; los emigrantes españoles a Europa eran hombres jóvenes para trabajar como peones en la industria, y mujeres para el servicio doméstico, la mayoría eran andaluces y sus destinos principales fueron Alemania, Francia y Suiza.
A lo largo del tiempo, muchos inmigrantes que han venido de otros países a España, no siempre de naciones pobres, han conseguido la nacionalidad española y gozan de todas las libertades como cualquier español.
El contrapunto es que el caso de algunos inmigrantes no es el mismo, muchos son víctimas del racismo y la xenofobia, o se juegan la vida cuando atraviesan el Estrecho en pateras, engañados por las mafias, sin contrato de trabajo o por el efecto llamada ofertando trabajos que no existen; muchos dejan su vida en el intento, los que no son deportados y consiguen el permiso de residencia en nuestro país, pueden tener más oportunidades trabajando en la recolección de aceituna, fresa, la construcción etc. por lo contrario, es frecuente ver en muchas ciudades inmigrantes deambulando por las calles.
Los movimientos migratorios provocan desequilibrios espaciales (aparecen barrios degradados, sin agua potable, sin luz…) y sociales, (se desconoce el idioma que se habla en el lugar de destino y por eso se reducen las posibilidades de trabajo); las costumbres religiosas son diferentes; aumentan el paro, la delincuencia, la inseguridad.
Artículo 35- El trabajo derecho y deber. Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio…
El desempleo generalizado puede crear pobreza incluso en los países más desarrollados, las personas que por cualquier razón, tienen una capacidad muy por debajo de la media para ganar un salario, es probable que se encuentren en situación de penuria. Gran parte de la pobreza se debe a un bajo nivel de desarrollo económico, y la falta de formación educativa puede ser también otra fuente de pobreza, ya que una formación insuficiente conlleva menos oportunidades de empleo. Los desarrollos tecnológicos necesitan nuevas cualificaciones en muchas industrias, y dejan sin empleo a aquellos trabajadores cuya formación no está puesta al día. Por otro lado, incluso los trabajadores muy capacitados pueden estar desempleados si no existe una demanda suficiente de sus cualificaciones. Hoy día estamos viendo en televisión cómo los “famosillos” procedentes de programas de la tele basura o que son hijos o mujeres de famosos o viceversa, desempeñan trabajos de periodismo quitándoles la oportunidad a trabajadores, que sí están bien cualificados. Si los empresarios discriminan a algún grupo de trabajadores, en razón de su sexo (hay mayor índice de paro en la población femenina activa), raza, religión, edad o nacionalidad de origen, aumenta la tasa de desempleo.
Artículo 47- Derecho a la vivienda. Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada…
La abundancia de chabolas en los suburbios, se asocia a las zonas donde habitan grupos desfavorecidos económicamente; normalmente este tipo de asentamiento se asocia a países en vías de desarrollo, aunque también puede aplicarse a la mayoría de las grandes ciudades que conllevan, fenómenos de marginación social, barrios pobres o marginales, (Madrid es un ejemplo).
La mayoría de las grandes ciudades, tiene que hacer frente al crecimiento rápido y a veces desorganizado de los suburbios, muchos de los residentes se ven obligados a vivir con equipamientos tan precarios, que apenas cubren las necesidades más esenciales para cualquier ser humano.
La infraestructura es mínima, pues generalmente carecen de abastecimiento de agua potable, suministro eléctrico, alcantarillado o calles pavimentadas.
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