Tras la solicitud de la Comunidad Autónoma para que el personal de las Fuerzas Armadas de la Región de Murcia contribuyese a las labores de rastreo del personal afectado por el coronavirus, la Armada aportó un total de 50 efectivos para estas labores. Al mando de estos 50 rastreadores se encuentran dos oficiales del Cuerpo General y una del Cuerpo Militar de Sanidad.
El día 17 de septiembre, tras la instalación y adecuación de dos “call center” uno en el Arsenal de Cartagena y otro en el edificio de Capitanía General, comenzaron las labores de rastreo en horario continuo, desde las 08:00 hasta las 20:30 h, de lunes a viernes y durante las mañanas de los sábados.
Previamente los rastreadores de la Armada recibieron formación teórica sobre los aspectos básicos de transmisión, prevención y control de la Covid-19, técnicas de comunicación y unas jornadas prácticas en las que, apoyados por la Consejería de Salud de Murcia, se integraron en los sistemas informáticos para las tareas de rastreo de la Covid-19 en la Región de Murcia. El personal que la Armada ha proporcionado a estas labores procede de las diferentes unidades que tienen su base en Cartagena: buques, Centro de Buceo de la Armada, Tercio de Levante, Arsenal Militar, Fuerza de Medidas Contraminas y Fuerza de Guerra Naval Especial entre otras.
El trabajo de un rastreador consiste en contactar con los casos diagnosticados de Covid- 19 y a través de una encuesta epidemiológica realizan una labor de investigación en la vida de esta persona durante las 48h previas a manifestar síntomas o de que le tomaran la muestra PCR en caso de personas asintomáticas. Deberán establecer quienes han sido sus contactos estrechos, tanto en su ámbito social, familiar y laboral, informarles que deben “cuarentenarse” inmediatamente y facilitarles la cita covid a través del Servicio Murciano de Salud, para asegurarse que van a recibir la llamada de un sanitario y se les aplicará los protocolos establecidos.
En cada llamada el rastreador intenta descubrir de quien se ha contagiado, cual es el caso inicial para poder alertar de brotes, y a quien ha podido contagiar para poder “cuarentenarlos” a tiempo y adelantarnos a la expansión descontrolada del coronavirus.
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