OPINION

EDITORIAL: El mayor problema que tiene la Residencia de El Zapillo se llama Magdalena Cantero

Sábado 29 de agosto de 2020
El tiempo da la razón a Nuevodiario que antes de la pandemia, durante los meses de enero, febrero y marzo ya denunció la caótica situación laboral que se vivía en la Residencia de Ancianos de El Zapillo. Como recordarán , eran los propios trabajadores y entre estos el doctor Nicolás Maturana los que sacaban a la luz el malestar entre gran parte de la plantilla y la directora.

Con más de 100 personas contagiadas, la Residencia de El Zapillo que dirige la socialista ahora en la órbita de Ciudadanos, Magdalena Cantero, tiene el triste honor de ser el centro de la tercera edad con más contagiados de España en tantos por ciento.

Tal es la situación y el peligro al que unos cuantos trabajadores se enfrentan que Juan Carlos Durán, Director General de Personas mayores de la Junta de Andalucía no se a dignado a visitarla, como tampoco lo ha hecho durante la pandemia, Antonio Jimenez, Delegado de Igualdad de la Junta en Almería, ni tampoco Ramón Fernández Pacheco, alcalde de la ciudad que ante las denuncias de Nuevodiario lo único que ha hecho es colocar unas pegatinas relativas al Covid en los contenedores que hay en la acera, delante de la propia residencia donde cada noche unos trabajadores vierten los residuos contagiados y por donde pasean vecinos y turistas con el consiguiente riesgo de contagio.

Pero si hoy nos levantamos conociendo que hay grandes deificultades para reforzar la plantilla de la residencia por la "renuncia" de profesionales, cabe destacar que el problema no es de ahora como consecuencia del Covid y que el mismo viene arrastrado por los continuos enfrentamientos entre la directora del centro y la gran mayoría de sus trabajadores desde mucho tiempo atrás.

Como saben hace dos semanas se anunció la contratación de personal sanitario y limpiadoras sin que hasta la fecha se hayan cubierto las plazas a las que ha habido que sumar nuevas bajas de personal laboral, debido a los nuevos contagios. Hoy la Junta queriendo eximirse de responsabilidad, exige al Gobierno central medidas que ayuden a paliar la situación favoreciendo la movilidad de enfermeros entre comunidades o flexibilizando los criterios de contratación, algo que es simple y llanamente una escusa ante la dificultad de encontrar personal que quiera trabajar en la residencia.

Hoy de nuevo volvemos a reiterar que el cáncer de dicha residencia no es otro que la dirección y que mientras no lo quieran ver seguirá el problema.

Haciendo memoria, solo unos datos que acreditan esta afirmaciójn: Por el centro han pasado durante la etapa de Magdalena Cantero, cuatro administradores y los cuatros se marcharon por desavenencias y enfrentamientos con ella. En marzo dos profesionales se negaron a incorporarse a las plazas vacantes tal y como publicamos, argumentando su incompatibilidad con la directora. Asimismo ya por aquel entonces eran más de 15 las personas que esgrimiendo una u otra causa estaban de baja laboral. Recordar además las protestas de los trabajadores, la convocatoria de huelga y el escrito contra su gestión que la anterior delegada consiguió retirar in extremis, prometiendo a cambio, lo que nunca se llegó a cumplir.

Ahora el delegado provincial de Igualdad, Antonio Jiménez, pretende apaciguar los ánimos asegurado que el Gobierno andaluz está “trabajando incansablemente” para frenar la transmisión del brote del coronavirus declarado en la residencia de mayores,reconciendo eso sí, la existencia de "problemas para reforzar la plantilla debido a las renuncias de profesionales para cubrir las plazas ofertadas", aunque lo hace sin coger el toro por los cuernos y entrar a valorar que razones hay no solo para que existan problemas para cubrir las bajas, sino por que, se dan tantas bajas.
“Desde el primer minuto se está trabajando incansablemente y se están reforzando las medidas para frenar el brote”, ha dicho Jiménez. Cierto es que se está trabajando, pero más cierto es que quien lo están haciendo son los pocos profesionales sanitarios y los trabajadores que quedan en el centro, no así los responsables políticos de la Junta, cuyas aportaciones son sus bonitas palabras.

Miente Jiménez al insistir en que la situación está “controlada” cuando los casos y las bajas han ido en aumento y el barco sigue a la deriva con un patrón incapaz de liderar a los marineros y que no hace otra cosa que mirar al cielo esperando que amaine el temporal.
Gabriel Sánchez