La Generalitat ha intervenido la residencia de Ullastrell (Barcelona) tras la denuncia pública de dos trabajadoras del centro, que aloja a unos treinta residentes, de los que la mayoría padece coronavirus.
Por el momento han fallecido 12 ancianos por la "absoluta falta de protocolos" y la nula sensibilidad de la propietaria, cuyos mensajes de audio a sus empleados han salido ahora a la luz. Unas palabras que han sentado como un jarro de agua fría a los familiares de los residentes, que han tenido que escuchar cómo trataban a sus seres queridos ante la falta de protección e incluso la nula existencia de comunicación imperante en el centro.
"No cojáis el puñetero teléfono a nadie que no sea yo (...) No podéis dejar que los hijos llamen. Si lo cogéis van a seguir llamando", se escucha en uno de los audios, en el que la propietaria ordena a los trabajadores que no den información a los familiares acerca de la situación de los residentes.
Por otro lado, la dueña también niega a los empleados el uso de mascarillas ya que, sólo sirven para que "los enfermos no contagien", aunque acepta que un trabajador resfriado sí la use: "Los que estáis normales y corrientes como todo los días, llevar mascarilla sólo demuestra lo que sois, no más". Ni que decir tiene que ante otras medidas de protección, como los guantes, la mujer espeta que solo deben llevarlos "en los mismos momentos que hace tres meses, cuando se hacen los cambios de pañal y cuando se prepara la medicación".