Los 20.000 profesores que imparten religión en las escuelas públicas y concertadas en el Estado representan un coste para las administraciones (central y autonómicas) de unos 700 millones de euros al año, según estimaciones de la organización Europa Laica
Hace unos días se presentó la campaña: "Por una Escuela Pública y Laica. Religión fuera de la Escuela".
Esta iniciativa impulsada por dicha ONG cuenta con el apoyo de decenas de organizaciones sindicales y sociales de todo el Estado, y con la que se quería volver a pedir a los partidos que luchen por la «plena laicidad del sistema educativo». En la rueda de prensa de presentación de esta campaña se dio esta cifra, resultado de sumar las cantidades que aportan las diferentes administraciones públicas.
Según Francisco Delgado, responsable de educación de Europa Laica, la campaña pretende que los partidos políticos se comprometan a conseguir la plena laicidad del sistema, lo que implica sacar la religión confesional de la enseñanza de forma inmediata y no financiar con dinero público el adoctrinamiento religioso en ningún centro escolar.
Así mismo apuestan por derogar los Acuerdos con la Santa Sede.
Sobre la pérdida de puestos de trabajo de los profesores de religión Alberto Carrillo, del sindicato de docentes STES, afirmó en la rueda de prensa que «son trabajadores del arzobispado que imparten catequesis en las aulas, cuando deberían hacerlo en los templos.