Tras las dificultades en el primer juego del partido llegó el segundo y todo cambió. A partir de ahí Nadal que no cedió un solo saque.
Medvedev por su parte comenzó a errar. Dobles faltas, errores en puntos clarísimos, malestar por el viento en la pista, quejas y puntos y más puntos perdidos que iban a la cesta de Rafa Nadal.
Nadal ganó el primer set sino con dificultad, sí al menos con esfuerzo. El el segundo fue otra cosa, literalmente, un paseo para Nadal.
Una hora y poco, eso es lo que duró el partido, en el que el balear se ha llevado su título, número 35 en lo que a Masters 1.000 se refiere.
Al final 6-3 y 6-0
Montreal ovacionó a un campeón tremendamente y desde España no lo hicimos menos.
Rafa Nadal da comienzo de manera prometedora su temporada en pista dura.