Que dimita es lo normal, lo sorprendente es la doble vara de medir del PP al criticar esta actuación que Victor Martinez ha calificado como una "práctica gravísima" durante la rueda de prensa para referirse al caso.
Sin embargo lo hecho por Victor Martínez es lo normal, es decir lo que se espera que haga un político cuando un caso así se da.
Lo bochornoso en Almería es que ni Miguel Cazorla, compañero en Gial, de Trinidad Moreno ( beneficiada por Facto con la compra de un coche) no haya dicho esta boca es mía , ni haya pedido explicaciones, ni tampoco que lo haya hecho Perez Navas, concejal socialista y responsable de una "oposición" que nunca lo fue y que debiera ser garante de fiscalizar al equipo de gobierno, aunque más parece que uno y otro estuvieran en connivencia.
Es de esperar que el equipo de Adriana Valverde se moje un poco más.