NACIONAL

Granados no deja títere con cabeza y ahora la emprende contra Cospedal

Martes 27 de febrero de 2018
El ex secretario general del PP de Madrid Francisco Granados que ha puesto de nuevo el ventilador en marcha para alcanzar, a la ministra de Defensa.

Durante la segunda parte de su declaración, centrada hoy en las preguntas formuladas por la Fiscalía Anticorrupción, lanzó su nombre durante el segundo bloque de preguntas dedicado a licitaciones por las obras de ampliación del metro, el acusado quiso mencionar como ya hizo por escrito que la 'popular' le sucedió al cesar él al frente de la Consejería de Transportes de Madrid. El resto fue rechazar todo, hasta los apuntes de su agenda que volvió a justificar con notas sobre actos electorales y número de participantes.

Respecto a la ministra ha asegurado: "fue ella quien adjudicó al cesar yo", en referencia al episodio que afecta en concreto a la adjudicación de las obras de Metro Ligero de Boadilla del Monte (Madrid) y en respuesta a la nueva pieza abierta a raíz de las declaraciones del empresario David Marjaliza que le ha costado al expresidente de OHL Juan Miguel Villar Mir y a su yerno, el empresario Javier López Madrid, una imputación por el presunto pago de comisiones irregulares.

Marjaliza apuntó al reparto de una mordidas de 3,6 millones de euros por la adjudicación de tres obras de Metro de Madrid. Este martes, Granados ha querido incidir en que la adjudicación de la obra del Metro Ligero a Boadilla del Monte por 86,5 millones tuvo lugar el 19 de enero de 2005, cuando Cospedal era ya consejera de Transporte. Asumió el cargo sólo unos días antes, el 22 de diciembre del año anterior.

En cuanto a los apuntes manuscritos que la Fiscalía vincula con pagos en B relacionados con una presunta financiación irregular se ha cerrado en banda. Ha insistido una y otra vez que las siglas corresponden a conceptos 'imaginativos'. Por ejemplo, ha traducido LD -que los investigadores identifican como Luis Delso- con 'Lista de Diputados' y JEC con Jornadas de Educación Concertada.

Fuentes presentes en la declaración aseguran que no ha admitido absolutamente nada. Pero el ventilador, aún en marcha, ha llegado también hasta Esperanza Aguirre. Según su relato, la expresidenta madrileña sentía una especial predilección por la folclórica Isabel Pantoja y para satisfacer sus deseos se removió cielo y tierra hasta conseguir contar su presencia en la inauguración de las obras del metro. Tras esta segunda parte habrá una tercera. Las fiscales no han tenido este martes tiempo de entrar en la caja B y no será hasta el próximo 15 de marzo cuando, en una nueva citación, aborden el tema.

Respecto a Aguirre también ha desvelado que le ordenó que no comprara la mansión de Valdemoro construida por uno de los empresarios imputados en Púnica, Ramiro Cid. La casa se diseñó especialmente para él y ha admitido que se planteó quedársela pero su jefa le prohibió adquirirla. "¿Tienes mucho interés en ello?", le dijo Aguirre y cuando él admitió que no le indicó: "Entonces, no te la compres".

Dos horas a vueltas con Valdemoro

Granados siguió tras esto negándolo todo. Pregunta a pregunta, regalo a regalo y soborno a soborno se ha empecinado en rechazar las acusaciones de las fiscales Carmen García Cerdá y Teresa Gálvez sobre los distintos presentes de empresarios y constructores que constan en la causa. Desde la televisión de plasma hasta las escopetas de Ramiro Cid.

La Fiscalía ha abierto el fuego con la pieza sobre Valdemoro y las prebendas a cambio de la adjudicación de contratos. La localidad madrileña centro de la trama ha dado pie al repaso de la galería de regalos púnicos. El PGOU de la localidad no benefició, según asegura el ex cargo madrileño, a los empresarios David Marjaliza y Ramiro Cid. Rechazó el plasma de 42 pulgadas que envió la secretaria de su amigo de la infancia a su domicilio en 2003. "Nunca he tenido una televisión de dicho tamaño y características", ha dicho.

Tampoco aceptó un regalo de Cid de dos escopetas. Se trató, según su versión de un intercambio: él le entregó al constructor dos escopetas de cañones superpuestos que había heredado de su padre a las que no daba uso y a cambio el receptor le entregó dos nuevas. No iba invitado a cacerías con los gastos pagados por salvo a aquellas que organizaban sus amigos o el banco.

En cuanto al dinero que mantenía en cuentas de Suiza se ha mantenido en la versión que ya ofreció el día 12. En la negación que ha sido la tónica de este bloque del interrogatorio, ha asegurado que no entregó dinero en efectivo a su gestor Michael Trevor Langdon, que declaró que empleaba con él el conocido como sistema de compensación y recogía sobres con billetes, incluso en su despacho oficial. Los fondos procedían de sus movimientos en bolsa en su etapa en Société Générale y fue Marjaliza quien se encargó de repatriarlos, cobro de sustanciosa comisión mediante.