Alrededor de 15.000 manifestantes, según la Delegación del Gobierno, han recorrido el centro de Valencia durante la tarde del sábado para exigir el derecho a la vivienda y demandar la regulación de los precios de alquiler, así como la prohibición de apartamentos turísticos en la ciudad. "Nos están expulsando de la ciudad", afirmaron.
Con el lema 'València s'ofega', que evoca la riada que afectó a la ciudad en 1957, cuatro columnas de manifestantes se han movilizado desde distintos lugares de València. A las 18:30 horas, todos ellos se han reunido en las Torres de Serranos, donde algunos manifestantes han colocado una gran pancarta que dice "por el derecho a un hogar" junto a una bandera palestina. Posteriormente, agentes de la Policía Nacional han retirado ambas.
Entre los convocantes se encuentran el Consell de la Joventut, CCOO PV, el PSPV-PSOE, Compromís per València, Sumar y Acció Cultural del País Valencià, así como diversas asociaciones vecinales y culturales de la capital valenciana. Estas organizaciones exigen la regulación de los precios de los alquileres, la detención de los desahucios, la creación de un parque de viviendas de protección oficial (VPO) y la suspensión de la venta residencial a capital extranjero.
Durante la manifestación, se han mostrado pancartas con lemas como "la vivienda es un derecho", "Valencia no está en venta" y "la banca al banquillo". Al comienzo de la marcha, los asistentes han hecho sonar las llaves de sus hogares.
La aplicación de la Ley de la Vivienda en la Comunitat Valenciana ha sido defendida por el PSPV-PSOE con el objetivo de que "se deje de impedir el acceso a hogares a jóvenes y familias".
La portavoz de Compromís en el Consistorio, Papi Robles, ha solicitado al president de la Generalitat, Carlos Mazón, que declare "esta misma noche" a València como zona tensionada. Sin embargo, se ha mostrado convencida de que "no lo hará porque está del lado de los especuladores".