En Francia, la amenaza de una ultraderecha que parecía imparable ha sido frenada en las urnas gracias a la movilización masiva de la izquierda. Las aspiraciones de Marine Le Pen han quedado truncadas una vez más, ya que el Nuevo Frente Popular se ha alzado con la victoria en la segunda vuelta de las elecciones legislativas, sorprendiendo a todos.
La estrategia de retirar candidaturas de la izquierda y el macronismo para aglutinar el voto y hacer frente a los ultras ha tenido éxito, al igual que el cordón sanitario a la extrema derecha. Como resultado, los sondeos han cambiado drásticamente, con la alianza de izquierdas obteniendo el mayor número de diputados, seguida por el bloque macronista en segundo lugar y la Agrupación Nacional ultraderechista relegada a tercera fuerza.
Las proyecciones de voto publicadas al cierre de los colegios electorales sugieren esto, a la espera de los resultados oficiales y tras una jornada marcada por una participación histórica, con datos de afluencia a las urnas que no se registraban desde 1981.
Según las estimaciones de la televisión francesa 'TF1', el Nuevo Frente Popular se proyecta como ganador en la Asamblea Nacional, con un rango de entre 175 y 215 escaños. Por otro lado, la coalición macronista obtendría entre 150 y 170 asientos según estas proyecciones, mientras que la Agrupación Nacional estaría en tercer lugar con una horquilla de entre 130 y 160 escaños. Los Republicanos, liderados por Éric Ciotti, conseguirían entre 59 y 64 escaños, según los datos presentados.
Para varios medios de comunicación franceses, la estimación de voto de Ipsos plantea un escenario donde el Nuevo Frente Popular se perfila como ganador con entre 170 y 190 escaños. En segundo lugar se encuentran los diputados de Macron, con una proyección de entre 150 y 170 escaños. La Agrupación Nacional ocupa la tercera posición con entre 135 y 155 asientos, mientras que Los Republicanos se sitúan como la cuarta fuerza, con una estimación de entre 57 y 67 escaños.