El auge de la ultraderecha en las elecciones europeas del 9 de junioha sido la nota más destacada de estas elecciones.
Estos comicios han demostrado que las diferentes formaciones ultras han logrado penetrar en Europa con un discurso lleno de odio en especial contra los inmigrantes.
Austria, Alemania, Francia, Italia, Bélgica y Países Bajos han sido tomados por los partidos ultras, como la ultraderecha de Marine Le Pen que ha arrasado en las urnas en las elecciones francesas.
Los partidos políticos que buscaban desestabilizar el estado de bienestar con una agenda reaccionaria y medidas socioeconómicas arriesgadas para Europa, no han tenido éxito en su intento de poner en peligro a las instituciones europeas.
A pesar de ello, la derecha ultra seguirá siendo un grupo minoritario en el Parlamento Europeo, lo que resulta en un crecimiento a medio gas que no logra alcanzar ninguna posición dominante.
Los partidos ultraderechistas están imponiendo una polarización que podría influir en los futuros comicios, especialmente en Francia, Alemania y Austria, que son considerados los puntos clave.
En cuanto a España la ultraderecha se divide con el nacimiento de un nuevo partido radical.