La Asamblea General de Cajamar ha aprobado a mediodía de hoy la renovación de los órganos de gobierno de la entidad para los próximos cuatro años. La candidatura encabezada por Eduardo Baamonde, que fue elegido presidente por primera vez en 2016, ha recibido el apoyo de los delegados asistentes en representación de los 1,6 millones de socios con los que cuenta la mayor caja rural de España.
La lista de miembros del Consejo Rector está integrada, además, por José Luis Heredia Celdrán, vicepresidente primero; Bartolomé Viúdez Zurano, vicepresidente segundo; María Luisa Trinidad García, secretaria; y por los vocales Jesús Martínez de Salinas Alonso; María de los Angeles Pérez Paracuellos; Francisco Javier Rodríguez Jurado; Francisco José Andújar Lázaro; Lorena López Gómez y Constanza Palomino Pérez.
La Asamblea General de Cajamar, que ha dado también su aprobación al informe de gestión y las cuentas anuales del ejercicio 2023, se ha reunido en las instalaciones que a partir del mes que viene albergarán los nuevos servicios centrales del Grupo Cajamar ubicadas en el Parque Científico-Tecnológico de Almería. Un nuevo centro financiero, estrenado hoy, en el que desarrollarán su actividad diaria más de 700 empleados, y que ha sido construido conforme al proyecto presentado en 2019 por el despacho Arquitectos Ayala, cuyo diseño ha sido concebido para cubrir las necesidades de la entidad en los próximos 30 años.
Discurso de apertura de Eduardo Baamonde
“Este nuevo centro financiero es una apuesta de futuro, a la altura de lo que hoy somos y de lo que queremos ser”
Buenos días. Bienvenidos al nuevo Centro Financiero de Cajamar.
Todos los años iniciamos nuestra Asamblea General haciendo un repaso de la coyuntura del ejercicio anterior. Me van a permitir que este año sea diferente. Hoy es un día especial.
Hemos querido hacer coincidir la inauguración de nuestra nueva sede operativa con la Asamblea General porque nadie mejor que ustedes, los representantes de nuestros socios, para inaugurarla. Porque gracias a ustedes, a su confianza, hemos podido construirla.
En el día de hoy, esta nueva sede simboliza el inicio de una nueva etapa en nuestra entidad. Es un edificio asentado en unos pilares con fuertes valores y convicciones heredados de nuestros fundadores. Sobre ellos se ha construido este nuevo centro financiero para acoger a una nueva generación de profesionales altamente cualificados y comprometidos, que sabrán mantener la esencia y el propósito de la entidad, y adaptarse a los nuevos tiempos.
Por todo ello, antes de presentarles los resultados del ejercicio 2023, permítanme que aproveche la ocasión para hacer un breve repaso a la evolución de nuestra entidad a lo largo de la última década.
En 2013, en plena crisis bancaria, Cajamar se convirtió en una de las pocas entidades que aportó soluciones al proceso de reestructuración y saneamiento del sistema financiero español. Para ello tuvo que hacer frente a serias dificultades. No olvidemos que, en aquellos años, llegaron a desaparecer en nuestro país 95 entidades financieras.
En ese contexto, para dar estabilidad y confianza al conjunto del sector de las cooperativas de crédito españolas, Cajamar hizo lo que tenía que hacer y se esperaba de ella. En primer lugar, asumiendo un nuevo proceso de fusiones con varias cooperativas de crédito; entre ellas, la segunda caja rural española en volumen de activos. En segundo lugar, liderando la evolución hacia un nuevo modelo de grupo consolidado, que conllevó la incorporación de otras 15 cajas rurales de Alicante, Valencia y Castellón. Y un año después, en 2014, promoviendo la constitución del Banco de Crédito Social Cooperativo, que de inmediato asumió las funciones como entidad de cabecera.
En estos diez años hemos pasado de un balance de 42.000 millones de euros a un balance de más de 60.000 millones; hemos reducido los activos dudosos a casi la décima parte, pasando de una tasa de morosidad que superaba el 18 % a una del 2 % (inferior a la media del sector financiero español), y hemos reforzado nuestras coberturas, que han pasado del 44 % al 74 %. Asimismo, en estos diez años hemos incrementado nuestro coeficiente de solvencia del 11 % al 16 % actual. Y todo ello sin recibir ayudas públicas.
Por otra parte, no podemos olvidar la transformación tecnológica que hemos acometido a lo largo de estos años, que nos han permitido ampliar nuestras funcionalidades, siendo nuestra banca electrónica y app utilizada ya por más de 1 millón de clientes. Un servicio, por cierto, muy bien valorado. Hasta el punto de que, según ha salido publicado en marzo de este año, nuestra app ha sido la segunda mejor calificada por su disponibilidad y rapidez, y nuestra banca electrónica la cuarta entre las diez principales entidades financieras españolas.
También hemos ampliado nuestra presencia territorial: estamos ya presentes en todas las comindades autónomas de nuestro país y en todas las provincias, excepto Guipúzcoa.
Por último, pero no menos importante, por nuestra naturaleza y razón de ser cooperativa, en los diez últimos años, en términos de Grupo, hemos pasado de 1.328.227 socios a 1.706.159. Y de un capital social de 2.316 millones de euros a los 3.530 millones, lo que significa un incremento de más de un 52 %.
Todo esto cobra mayor importancia si tenemos en cuenta que al inicio de la reestructuración bancaria operaban en España 280 entidades. Y diez años después, a diciembre de 2023, lo hacen 185. Así pues, en estos diez últimos años han desaparecido 1 de cada 3 entidades.
A lo largo de todo este proceso de reconversión bancaria, en Cajamar no solo hemos tenido que hacer frente a un contexto complejo y enormemente competitivo, sino que también hemos reforzado nuestro posicionamiento, ampliado nuestra base geográfica y también la cuota de mercado, tanto a nivel nacional como en nuestras zonas de origen.
Todo ello gracias a nuestra proximidad y cercanía a los clientes; nuestro compromiso y especialización con el sector agroalimentario, en el que hemos incrementado las actividades de transferencia del conocimiento y apoyo a la sostenibilidad; y nuestro crecimiento en sectores tan importantes para la economía española y el empleo como el turismo, el transporte, las comunicaciones, las energías renovables, etc.
A modo de conclusión, creo que debemos estar orgullosos del camino recorrido, si bien tampoco podemos olvidar que, afortunadamente, nos quedan muchas cosas por hacer.
Efectivamente, debemos ser conscientes de los importantes retos que tenemos por delante. No me cabe la menor duda de que los superaremos, porque no existe ninguna otra entidad financiera en Europa que haya podido realizar el recorrido que les acabo de describir sin ningún tipo de ayuda pública. Todo esto ha sido posible gracias a su confianza y al compromiso y valía de todas las personas que conforman y conformaron la plantilla de Cajamar y de nuestra entidad cabecera, y de la visión de los consejos rectores que nos han precedido. Quiero aprovechar la ocasión para agradecer la presencia de dos de sus presidentes: Juan de la Cruz Cárdenas Rodríguez y Antonio Pérez Lao... y lamentar con tristeza la ausencia de Pascual Candel, que fue secretario de nuestro Consejo Rector desde 2012 a 2016, fallecido recientemente (de hecho todavía permanece como candidato a su renovación en el Comité de Recursos) y que, sin duda, estaría hoy encantado de poder acompañarnos.
Este nuevo centro financiero es el resultado de un camino iniciado hace muchos años. Y también una apuesta de futuro, a la altura de lo que hoy somos y de lo que queremos ser: una entidad relevante, útil, al servicio de sus socios y clientes; en definitiva, un instrumento para el desarrollo de los territorios que nos vieron nacer, y de los que ahora nos acogen.
Como les dije anteriormente, no he querido citar la coyuntura de 2023. De eso se ocupará nuestro nuevo director general, Sergio Pérez, que aprovecho para presentarles, al tiempo que agradezco al anterior director, Manuel Villegas, el impecable trabajo desarrollado a lo la largo de los últimos años y que sin duda seguirá desarrollando a futuro como director general, responsable de la estrategia de nuestro Grupo.
Para terminar esta breve introducción, quiero reiterar mi agradecimiento a nuestro personal por su dedicación, su entrega y su profesionalidad (me vais a permitir que cite a Mercedes Aranda y a todo su equipo, me consta el esfuerzo que habéis tenido que hacer para que hoy podamos inaugurar estas instalaciones); y por supuesto, a nuestro consejero delegado, Manuel Yebra, por su liderazgo y capacidad de anticipación.
Y quiero agradecer también al Consejo Rector que me ha acompañado a lo largo de estos años. Sin su apoyo, lealtad y colaboración todo hubiera sido mucho más difícil. A todos ellos y ellas, mi más sincero agradecimiento.
Quiero que mis últimas palabras de agradecimiento vayan dirigidas a ustedes, a los socios y clientes de la entidad, por su confianza y también por su paciencia. Gracias a todos ustedes hemos podido llegar hasta aquí, en un contexto tan complejo, cambiante y exigente. Entre todos hemos hecho posible lo que parecía imposible.